Inmersos en la imaginación

AutorLorena Gómez Mostajo

Henry Fox Talbot decía que la fotografía era el lápiz de la naturaleza; por fin, la mano temblorosa del dibujante descansaría y la ciencia ocuparía su lugar. Gracias a la cámara, el científico inglés obtendría una copia perfecta de lo real. Era el siglo 19. Décadas más tarde, la objetividad fotográfica sería rebatida. La máquina sólo es el principio de una serie de convenciones y deformaciones de lo visible.

Antes de la llegada de lo digital -y por tanto de la manipulación visual-, la fotografía análoga tenía ya una "tecnología del trucaje": desde el collage hasta la perfecta desaparición de personajes incómodos con la ayuda del aerógrafo y el escalpelo; pero estas técnicas, aunque audaces, no lograron fracturar demasiado la confianza del espectador. Podría argumentarse que la fotografía digital tiene una capacidad mucho más "desarrollada" para mentir que la fotografía análoga. Y es esta posibilidad -que hubiera escandalizado a los decimonónicos- la que ha transformado la manera en que los artistas piensan y se acercan al medio.

Los fotógrafos como Talbot realizaban sus experimentos en nombre de una fiel representación de las cosas; en estos tiempos, ocurre lo contrario. Cada vez, un número mayor de artistas usan la tecnología digital para modificar deliberadamente la realidad. Resultado del desarrollo tecnológico es la posibilidad de crear imágenes sin un referente. No es necesario que algo exista en el mundo para que esté en una fotografía. Las imágenes virtuales, así como la manipulación genética, representan una suerte de resistencia frente al azar y la realidad. La velocidad también es una diferencia sustancial entre la fotografía digital y la análoga. La oportunidad de compartir imágenes de computadora a computadora, recuerda que estamos muy lejos de abandonar el imperio de lo visual.

Esta muestra no pretende clasificar o ser exhaustiva, sólo reúne ciertos pulsos que tal vez permitan construir una cartografía futura de la fotografía digital en el País.

El Control Absoluto

Hombre al agua, de la serie Desierto (2004)

Hace un año, Gerardo Montiel Klint (1968) usaba la tecnología digital sólo para la corrección de color, pero últimamente hace todo el proceso desde la toma.

"Esto me permite tener un control absoluto sobre la imagen, además, cambió por completo mi concepción de lo que es y debería ser la imagen fotográfica; a partir de la experimentación he llegado a resultados que jamás hubiera podido obtener con los recursos tradicionales...

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