Isabel Turrent / Un mundo raro

AutorIsabel Turrent

Si en política interior Estados Unidos ha regresado a los años treinta y los debates de la campaña han girado alrededor de la necesidad de mantener el New Deal de Roosevelt y sus secuelas, o reducir el tamaño del Estado a su mínima expresión, en política exterior el país parece vivir una nueva Guerra Fría.

Uno tras otro, los análisis que se publicaron en la prensa antes de la discusión entre Mitt Romney y Barack Obama sobre política exterior, y el debate mismo, se centraron en el Medio Oriente. Como si se hubieran subido a una máquina del tiempo y en Europa Occidental reinara el auge de posguerra, ninguno de los candidatos dedicó una palabra a la crisis económica de la periferia de la Unión Europea que amenaza, no sólo el destino de naciones como Grecia o España, sino la existencia de la Unión misma. Como si George W. Bush nunca hubiera gobernado el país, a los candidatos no les pareció relevante sentar las bases de una nueva Alianza Atlántica que sustituya a la antigua que Bush dejó en ruinas y trazar, al menos, el perfil de una renovada diplomacia estadounidense para Europa.

En el planeta de ficción en el que viven los norteamericanos desde el 9/11, ni Japón ni la India merecen una sola mención y Rusia ha vuelto a ser, en palabras del candidato republicano, "el mayor enemigo geopolítico" de Estados Unidos. (El mundo real asomó apenas la cabeza cuando se mencionó a China, pero ni Romney ni Obama reconocieron el cambio geoestratégico que ha implicado el despertar del gigante asiático).

Nadie tiene que ocuparse, por supuesto, de América Latina. Nuestra región parece haberse transformado en una nueva zona de influencia incontestada de Washington. En el debate, Latinoamérica mereció dos menciones de Romney -la misma atención que le otorgó, por cierto, a Mali- y ni una sola del presidente Obama. En la realidad alternativa que viven los norteamericanos no hay acuerdos bilaterales con los países de la región, ni necesidad de actualizar la política frente a Cuba, ni existe la Venezuela de Chávez, ni países en pleno desarrollo como Chile o Brasil, y menos aun, el TLC con sus vecinos más cercanos.

En el mundo raro estadounidense, México es tan sólo un "problema" que se reduce a los inmigrantes indocumentados. Los muertos en la deplorable guerra que ha emprendido el gobierno contra su pueblo, en Siria, una nación situada a miles de kilómetros de Estados Unidos, son mucho más importantes, al parecer, que las decenas de miles de asesinados en el país...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR