Jaime Sánchez Susarrey / Año viejo, año nuevo

AutorJaime Sánchez Susarrey

· 2012

Murió Miguel de la Madrid. Su sexenio inició las reformas que terminarían por introducir a México en el siglo XXI. La entrada al GATT en 1985 canceló el modelo proteccionista. Paralelamente se redujo la intervención del Estado en la economía, que incluía empresas insignia como el restaurante Focolare y la fábrica de bicicletas Cóndor. Sólo la izquierda cerril puede afirmar que durante su gobierno la Revolución Mexicana perdió el rumbo (López dixit).

El PAN se situó en el tercer sitio. Sin embargo, en el inicio de la contienda por la presidencia de la República, Vázquez Mota se ubicaba en el segundo lugar con 5 o 6 puntos de ventaja sobre AMLO. La estrategia de campaña de JVM no fue errónea, fue desastrosa. Perdió el rumbo, la fuerza y le hizo el trabajo a López.

López resucitó de entre los muertos. Al finalizar 2011 sus negativos se situaban por encima del 30 por ciento. Después de la toma de Reforma y de la presidencia "legítima" parecía imposible que repuntara. En cualquier otro país del mundo se hubiera convertido en un payaso sin fuero. Pero no en México, donde la memoria es corta, los jóvenes son ingenuos -por decirlo suavemente- y donde la candidata del partido en el poder le llevó agua a su molino.

Y explotó la primavera mexicana. Eso es, al menos, lo que sentenciaron algunos ilustrados que, por momentos, parecían iluminados. La vanguardia de jóvenes arrebatados coreó consignas tan "revolucionarias" como: Mario Aburto, ¡dónde estás! ¡México te necesita! A lo que sumaron veredictos metafísicos: la victoria de Peña Nieto era imposible, su imposición provocaría una revolución.

Contra lo que indicaban la mayoría de las encuestas, Peña Nieto no alcanzó el 40 por ciento de la votación. Pero aún así se impuso por más de 3 millones de votos. A partir de allí, AMLO encabezó un movimiento de protesta más ridículo y absurdo que la toma de Reforma y la presidencia legítima. La tesis de la compra de 5 millones de votos mediante 2 mil 500 tarjetas de Soriana, tres pavos, dos chivos, un guajolote, portalápices y cortaplumas no exige refutación alguna, pero sí conduce a una conclusión: López y sus maraqueros no tienen remedio.

La división de la izquierda mexicana fue la crónica de un conflicto anunciado. López no ganó la elección interna del PRD, se impuso sobre Ebrard y la corriente Nueva Izquierda. La única forma de evitar el rompimiento hubiera sido la llegada del "rayito de esperanza" a Los Pinos. Por eso, desde el inicio de la contienda...

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