JAQUE MATE / Derechos de Joe

AutorSergio Sarmiento

"Hay algunos crímenes tan espantosos que no puede haber un castigo más apropiado para ellos que la pena de muerte".

Charlene Hall

ENSENADA.- No tengo duda de que los derechos consulares de Joe Medellín fueron violados. Estados Unidos y México, los dos, son signatarios de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963, la cual determina que los ciudadanos de un país, al ser detenidos por un crimen en otro país, deben ser informados de su derecho a ponerse en contacto con su consulado. Nadie le dijo a Medellín, quien nació en Nuevo Laredo, Tamaulipas, aunque vivió en Estados Unidos desde niño, que tenía derecho a pedir el apoyo del consulado mexicano cuando fue detenido en Houston por homicidio en 1993.

Por eso la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, ha solicitado al gobierno de Estados Unidos que ordene la suspensión de la ejecución de Medellín programada para el próximo 5 de agosto en Texas. También por eso el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que no es precisamente un crítico de la pena de muerte, ha solicitado a los tribunales estadounidenses que acaten la petición de la Corte Internacional de Justicia. Si Washington acepta que se violen los derechos consulares de ciudadanos de otros países en territorio estadounidense, también los derechos consulares de los estadounidenses podrían ser violados en otros países; en otras palabras, los ciudadanos estadounidenses podrían ser procesados sin que se les dé oportunidad de buscar el apoyo de sus cónsules.

No hay duda de que los derechos consulares de Joe Medellín fueron violados cuando se le arrestó sin informarle que tenía el derecho de acudir al cónsul mexicano. Poco importa que se le hayan respetado todos los derechos que le correspondían como detenido en Estados Unidos, los cuales muchas veces son inexistentes en México. A Joe Medellín, efectivamente, se le comunicaron sus derechos como acusado. Se le proporcionó también un abogado defensor en el juicio, a pesar de que técnicamente había sido un extranjero ilegal desde su arribo a Estados Unidos cuando era niño.

No fueron violados, en cambio, los derechos consulares de Jennifer Ertman, de 14 años de edad, y de Elizabeth Peña, de 16. Es verdad que estas niñas, alumnas de la Waltrip High School de Houston, fueron repetidamente violadas, golpeadas y torturadas por Joe Medellín y otros cómplices la noche del 24 de junio de 1993. Pero eso no le importa a la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro...

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