Jorge Alcocer V. / Trump y Donald

AutorJorge Alcocer V.

Me equivoqué en la expectativa de que Hillary Clinton sería la 45 presidenta de Estados Unidos; como ocurrió a otros, pudo más mi deseo de no ver a Donald Trump al frente de la nación más poderosa del planeta que las señales de alerta en múltiples ámbitos, incluidas las encuestas.

Contra Hillary se formó la tormenta perfecta: elevada abstención (todo apunta que de mayor dimensión entre los potenciales votantes demócratas que republicanos); diferencia mínima en el voto popular directo y comportamiento inesperado del electorado en varios estados volátiles, que al final producen, otra vez, que quien obtiene más votos en las urnas no sea quien gane la Presidencia. Si algún día los estadou-

nidenses tenían que hacerse cargo del potencial efecto bizarro de su sistema electoral, ese día llegó.

Ante la contundencia del hecho, en el gobierno de México al pasmo ha seguido una suerte de esperanza en que entre el candidato y el Presidente habrá una diferencia sustancial. En otras palabras, que el presidente Trump se olvidará, como por encanto, de las promesas de campaña del candidato Donald. Nada mejor podría pasar a México si esa esperanza se cumple. Pero no hay nada que apunte a que así será. Más bien tenemos que aceptar que por la victoria de Trump las cosas malas sí pasan. El peso sigue devaluándose; la Bolsa de Valores tuvo la mayor caída en años y las expectativas de mayor inflación con bajo crecimiento del PIB dominan en los escenarios de previsiones económicas para 2017 y 2018.

De lo que el gobierno mexicano planea hacer lo único que con certeza sabemos es que el presidente Enrique Peña Nieto le llamó a Donald Trump para felicitarlo; que éste le tomó la llamada y quedaron de verse pronto. No está mal, que le haya tomado la llamada. Pero es a todas luces insuficiente como para aceptar los exhortos a la calma de López Obrador, o el infundado optimismo de la secretaria de Relaciones Exteriores. Lo malo sí pasa; lo estamos viendo, y el panorama apunta para peor.

No todo le corresponde al gobierno, pero de lo que no cabe duda es que le toca trazar una línea estratégica a corto y mediano plazo. El corto es de hoy al 19 de enero, y el otro a...

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