Jorge Ramos Ávalos / La mejor noticia en 21 años

AutorJorge Ramos Ávalos

WASHINGTON.- Es la mejor noticia que han recibido los indocumentados desde que se dio la amnistía migratoria en 1986. No, no es todo lo que querían. Pero es lo único que por ahora pueden conseguir.

No hay más. Rechazarlo es un suicidio migratorio. ¿Qué tal si esperamos hasta el 2010 para una propuesta mejor y luego no llega nada? Más vale propuesta en mano que 100 volando. Y lo que no nos guste ya luego lo cambiamos.

Lo que me gusta de la propuesta migratoria presentada por senadores republicanos, demócratas y la Casa Blanca es que le permitiría a los 12 millones de indocumentados legalizar su estadía en Estados Unidos. Califican casi todos los que entraron al país antes del 1o. de enero de este año.

Me parece un abuso que tengan que pagar 5 mil dólares, esperar más de ocho años para conseguir la residencia legal y regresar a su país de origen para recoger la visa permanente. Pero en la vida y en la política se consigue lo que se negocia no lo que uno se merece. Y eso es lo que se consiguió para los indocumentados.

Es, en el fondo, un problema de palabras. Pocos, incluyendo al presidente George W. Bush, les querían dar una amnistía a los indocumentados. Decían que una amnistía era una manera de premiar a quienes rompieron la ley al entrar ilegalmente. Al final le pusieron un montón de multas y castigos a los indocumentados para que pagaran su delito.

El abuso está en que nadie toma en cuenta las enormes contribuciones de los indocumentados a la economía de Estados Unidos. Y no sólo eso. Miles de compañías y millones de norteamericanos se benefician de su trabajo. Son cómplices del supuesto delito de los indocumentados. Pero, claro, a ellos nadie los multa.

El caso es que ya hay un camino para sacar de la oscuridad, el miedo y la persecución a los indocumentados que ya están aquí. Y eso es bueno. Muy bueno.

Lo que menos me gusta de la propuesta migratoria es el programa de trabajadores temporales. Les digo por qué.

Cada año entran ilegalmente a Estados Unidos alrededor de medio millón de personas. Algunos cruzan la frontera con coyotes y otros entran en avión. Y cualquier ley migratoria tiene que incluir a los nuevos inmigrantes que llegan cada año. Hasta aquí vamos bien.

Lo que está mal -y que peca de una increíble ingenuidad- es el creer que esos mismos 400 mil trabajadores temporales que entrarían legalmente cada año se regresarían...

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