José Luis Lezama / Vacas locas

AutorJosé Luis Lezama

La aparición de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), comúnmente conocida como enfermedad de las vacas locas y su versión en los seres humanos, la llamada enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es interpretada, hasta el momento, como producto de una de las muchas intervenciones humanas irresponsables en el orden natural que hoy son posibles gracias a los adelantos de la ciencia y la tecnología. Las vacas, lo mismo que todos los rumiantes, son por naturaleza herbívoros. No obstante, la búsqueda de mayor productividad y mayores márgenes de ganancia llevó a la industria ganadera del mundo desarrollado y de muchos otros países a convertir a estos animales en carnívoros, provocando una suerte de canibalismo en esta especie del reino animal. Parte también de estos febriles intentos por aumentar la rentabilidad ganadera es el uso de hormonas y antibióticos, con lo cual se agiliza el crecimiento y se permite que la mayor parte del alimento ingerido sea asimilada como nutrientes. El objetivo ha sido y es acelerar el crecimiento del ganado, aumentar la producción de carne y acelerar los ciclos de cría y engorda a fin de colocar a los animales en el mercado en el menor tiempo y obteniendo los mejores resultados económicos. Desde hace varias décadas se inició la práctica de sustituir el alimento proveniente de los pastizales por aquel producido con restos de vacas y otros rumiantes, obteniendo así fuentes de proteínas más eficientes para la cría y engorda. La harina de huesos y de carne se convirtió en un popular y eficiente sustituto de pastos y otros vegetales utilizados natural y tradicionalmente en la ganadería.

La EEB es una enfermedad que afecta al ganado vacuno dañando de manera irreversible y mortal al sistema nervioso. Surge por la acción de una proteína defectuosa conocida con el nombre de prión. Entre sus características está la de hacer defectuosas a las células sanas, llenando de agujeros el cerebro hasta que éste termina teniendo la forma de una esponja. De hecho este prión era conocido desde tiempo atrás, atacaba a las ovejas produciéndoles una enfermedad similar a la EEB llamada scrapie, la cual a pesar de su letalidad en el ganado ovino, no dañaba a los seres humanos. La hipótesis más aceptada sobre la aparición de la EEB sostiene que traspasó las barreras interespecies, llegando al ganado vacuno precisamente por la adquirida práctica de alimentar al ganado con alimentos provenientes de restos de vacas y de otros rumiantes como...

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