Juan Enríquez Cabot / Coherencia...

AutorJuan Enríquez Cabot

Estúpido yo, por esperar coherencia. Después de disputada elección, de protestar y protestar por la alegada falta de transparencia cada voto, por la manipulación de lo que quiere la gente, ahora resulta que pues siempre no...

No sería anormal o inesperado, dada la larga historia antropológica de las varias tribus, anexas, y conexas de la izquierda en México que se disputara una y otra vez, brutalmente, el liderazgo de "la verdadera izquierda, el verdadero movimiento". Hay antecedente de mutación, fragmentación, pactación e insolación. Partidos que parten en cachitos justo cuando parece que se va a ganar algo. Algunos de los líderes de estas nuevas fracciones luego aparecen en el country, camada de nuevos ricos. También hay asteroides ideológicos que parten atraídos por la gravedad extrema de un planeta Lenin, Marx, Mao, Sendero o Marquiux. La lógica es primero muerto que pactar, negociar, escuchar, componer; sólo yo tengo la verdadera verdad...

Todo eso es normal y visto. Pero en esta nueva época de apertura, democracia y no clandestinidad, donde Marcos se pasea en caravanas y López casi llega, la izquierda tiene mucho que defender. Mucho sobre lo cual construir. El voto vale cada vez más y puede lograr, para bien y para mal, el cambio. Casi todos los latinoamericanos tenemos derecho de meter y sacar a buenos y brutos. (En Ecuador hay épocas donde llevan más de un Presidente en promedio por año. Bolivia y Venezuela muestran cómo elegir protodictaduros).

Uno esperaría que los que más tienen que perder, quienes más represión sufrieron por la falta de respeto al voto, por la falta de acceso a los medios y recursos, quienes fueron sujetos a persecuciones por parte de iluminados carismáticos serían los primeros en defender y exigir lo que tanto trabajo ha costado. Un voto, claro, defendible, por persona. No sólo por ideología y autoprotección, también por interés propio. Esto le conviene más a la izquierda que a la elite, porque hay más pobres.

Quizás por eso, inocente yo, me sorprendió observar los resultados de la votación en la elección del liderazgo del PRD. Quienes han andado rondando por toda brecha nacional alegando la defensa del voto ahora usan como precedente la famosa ley de "por mis", para intentar no contar, eliminar, anular, ningunear, expropiar, nulificar, mapachear los votos de su partido en diversos estados... ¿Y si Felipe II hubiera propuesto tal cosa, en la elección nacional, qué reacción hubiera habido? Pero ahora resulta que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR