Julia Carabias / 'Sinhambre' y medio ambiente

AutorJulia Carabias

Ante la condición de pobreza extrema, particularmente alimentaria, en la que se encuentra una cuarta parte de la población nacional, el Decreto del Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre (llamado Sinhambre) constituye una importante respuesta del gobierno federal y una oportunidad para erradicar esta injusticia y desigualdad de la sociedad mexicana.

Falta definir las acciones concretas y las metas que se implementarán en los 400 municipios para alcanzar los objetivos: cero hambre; eliminar la desnutrición infantil aguda; aumentar la producción de alimentos y el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas; minimizar las pérdidas poscosecha y de alimentos, y promover la participación comunitaria.

Para ello, será indispensable analizar y proponer soluciones a las múltiples causas que llevaron a la situación actual de pobreza. De entrada, debe reconocerse el fracaso de las políticas económicas y sociales que incrementaron la desigualdad, no generaron empleos e ingresos para el largo plazo, no fortalecieron la economía campesina, no tomaron en cuenta las condiciones ambientales creando un severo deterioro en la naturaleza, no fomentaron patrones de consumo sanos lo que propagó aberrantes problemas de salud pública, no impulsaron la investigación alimentaria manteniendo sistemas productivos obsoletos y agresivos al medio ambiente, entre muchas otras causas.

La Cruzada debe contemplar acciones específicas y diferenciales para el campo y para las ciudades así como las interacciones entre estos espacios. Además, debe integrar todos los componentes de la seguridad alimentaria: la producción de alimentos -qué se va a producir, quiénes, en dónde y con cuáles tecnologías-; la calidad nutricional y la modificación de los patrones de consumo; el acceso a los alimentos, lo que, entre otras cosas, implica la reactivación de la economía de los campesinos y pescadores para que sean ellos quienes produzcan y consuman los alimentos y vendan los excedentes en los mercados regionales mediante mecanismos de abasto y comercialización justos y eficaces.

El incremento de la producción de alimentos debe considerar un conjunto de factores ambientales para evitar que se agudice la degradación de los recursos naturales. En definitiva, no puede aumentar la superficie agropecuaria mediante la deforestación de los ecosistemas naturales. Sería un desastre para el país que los objetivos de Sinhambre se confronten con la conservación del patrimonio...

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