El lago más cercano al cielo

AutorCarla Guerrero

REFORMA / Enviada

HUATAJATA, Bolivia.- Pasar unos días en la región del Lago Titicaca implica estar bien alimentados y dejar de fumar, ya que a casi 4 mil metros de altura los mareos están garantizados debido al poco oxígeno que hay en la atmósfera. Esto aunado a llevar un buen protector solar y lentes oscuros pues además de la altitud, hay un pequeño agujero en la capa de ozono sobre esta región de Sudamérica.

Los aymaras, habitantes de la zona, combaten el mal de altura masticando hojas de coca para nivelar la presión, aunque el viajero puede tomarla como infusión y unas gotas de miel.

Una vez "aclimatado", se recomienda abordar el aliscafo, un bote con plazas para 12 personas y con una pequeña popa, desde donde se toman las mejores fotos del Titicaca con los Andes de fondo, y los barcos de totora (especie de junco) de los pescadores diseminados sobre un espejo de zafiro.

Este paisaje no ha cambiado mucho desde que, de acuerdo con la leyenda, Manco Capac y Mama Ocllo surgieron de sus aguas mandados por su padre Sol Inti para fundar el imperio inca en las alturas del Cuzco.

Ahora, sus descendientes son los dueños absolutos de este paraje lacustre, dedicados a la pesca y a la agricultura, utilizando las antiguas terrazas que los collas dejaron hace 2 mil 500 años y que usaron para el cultivo de la papa y otros productos.

De los más de 8 mil kilómetros cuadrados del Titicaca, Perú tiene el 55 por ciento, aunque las principales islas del lago están del lado de Bolivia. Los bolivianos dirán que a ellos les pertenece el "titi" y a los peruanos el "caca", aunque éstos dirán lo contrario.

Ambos países cooperan para lograr el equilibrio ecológico de la zona que en los últimos años se ha visto afectado por el deficiente sistema de alcantarillas de las comunidades alrededor, así como por la producción de basura de hoteles y restaurantes. Pero la intención se tiene, y se realizan trabajos extraordinarios para su conservación.

Al Titicaca se le atribuyen propiedades energéticas sobre todo durante solsticios y equinoccios. Algunos dicen haber visto ovnis entrar al lago; otros dicen que la Atlántida yace en el fondo de sus aguas, al norte de la Isla del Sol.

Sin embargo, los atractivos del Titicaca están en sus comunidades alrededor, a la vista de los viajeros, como son las islas flotantes de los uros: Amantaní o "Tierra de niños"; Taquile y sus tejidos; Sillustani y sus torres circulares de piedra; Chucuito y su templo de la fertilidad y Moho, la isla...

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