Languidecen en DF las migraciones

AutorIván sosa

La desaparición de áreas verdes, debido a la expansión urbana, representa la principal amenaza para la migración de aves que cada invierno vuelan miles de kilómetros desde Canadá o Estados Unidos con el objetivo de llegar a los remansos de Tláhuac o Xochimilco.

Sitios como San Gregorio Atlapulco, en los linderos del Xochimilco de la montaña, perdieron el carácter de santuario para las aves por el crecimiento de la mancha de asfalto y por lo menos una especie endémica como el zanate de pico angosto desapareció ya de la ciudad de México y del planeta, explica el observador de aves, Richard Wilson.

En Tláhuac, a pesar de los 30 millones de pesos destinados desde 1999 por el Fideicomiso Ambiental para hacer de los humedales un destino ecoturístico con un programa de conservación de aves, los lugareños lamentan que ni siquiera funcione la máquina dragadora para retirar el lirio de los canales; "cada año vuelan menos aves", comentaron.

Con los problemas que ofrece la megaurbe, la estancia de aves migratorias en el parque ecológico de Xochimilco, en los humedales y el bosque de Tláhuac, en Tezozomoc, las lagunas de Zempoala, el lago Nabor Carrillo de Texcoco o la laguna de Zumpango, sigue siendo un espectáculo de la naturaleza.

"Entre septiembre y mayo, miles de aves realizan largas jornadas de vuelo desde remotos parajes canadienses y estadounidenses para llegar al Valle de México", citó Richard Wilson.

"Observar aves es una oportunidad para que los niños aprendan la importancia de preservar los lugares a los que todavía llegan en la ciudad de México".

Réquiem por un Ave

Cuando la ciudad de México desbordó su crecimiento urbano y la sobreexplotación de los acuíferos locales provocó la veda de pozos, el agua potable requerida por la metrópoli comenzó a ser traída de la cuenca del río Lerma.

En pocos años, los humedales ribereños de Lerma se desecaron y con ellos desapareció el Zanate del Lerma, científicamente denominado Quiscalus palustris, una ave endémica del Valle de México que al extinguirse sólo conserva registro en libros especializados.

Ornitólogo aficionado, Richard Wilson explica que conforme avanza la mancha urbana a costa del suelo de conservación de la ciudad de México, las aves pierden los lugares a donde habitualmente llegaban.

El canto del gorrión de Sierra Madre también puede dejar de escucharse, pues apenas subsisten cientos de ejemplares en el paraje boscoso de La Cima, en la parte más alta del camino a Cuernavaca.

Una de las...

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