Lázaro Azar/ Gélida Infalibilidad

AutorLázaro Azar

El escaso público que asistió al Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso la noche del jueves 30 pudo comprobar que aquel lugar común que afirma que "la música es un lenguaje universal", no es del todo cierto. Por muy claro que se diga algo, si no se comprende su significado, no pasa de ser un fenómeno de habilidoso entrenamiento. Como el de los loros que aprenden a hablar.

El único recital pianístico de la XVI edición del Festival del Centro Histórico fue confiado al joven coreano Jong Hwa Park, actual discípulo de Dimitri Bashkirov en la madrileña Escuela Superior de Música Reina Sofía, institución privada a la que SIVAM debería acercarse para tomar como modelo de cómo lograr -o llegar a ser- lo que aquí se pretende sin un cauce definido. Doña Paloma O'Shea (el equivalente hispano de nuestra Pepita Serrano) ha vinculado a su prestigiosa escuela a los músicos más reconocidos de la actualidad, así como a diversas empresas y organizaciones que aportan lo necesario para sustentarla. El Banco de Santander es una de ellas, y fue éste quien patrocinó la visita de Park a México.

Me pregunto cuándo alguna empresa mexicana respaldará de manera análoga al menos a uno de los muchos talentosos jóvenes locales que, de lo que más precisan es de apoyo.

Precedían a Park comentarios ponderando su madurez y seguridad técnica. El diario ABC dijo que "su formidable pianismo se caracteriza por la enorme gama dinámica en que se mueve" y por la "rara capacidad para moldear el sonido con un despliegue de colores varios sencillamente deslumbrante",. Las obras elegidas para México parecían ser la opción idónea para corroborar halagos tan entusiastas.

Sin embargo, en las Estampes de Debussy (1862-1918) tocó las notas, y muy en su lugar, pero la música va más allá de hacer sonar las teclas con precisión. Tanto la calidad del sonido como su concepto estilístico correspondían más a una obra del Romanticismo alemán que del Impresionismo francés. La suya fue una interpretación, con exceso de sonido".

¿Dónde quedaron las veladas nuances (matices) que iluminan esta música sutil?, ¿dónde, la sensualidad...

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