Lenguaje inmortal

AutorEulalio Ferrer Rodríguez

Los estudiosos de la comunicación raramente abordan la instalación histórica del ser humano en ese gran acontecimiento que, después de haber nacido, encierra el del final de la vida. Ya lo advirtió el sabio español Santiago Ramón y Cajal: "No hay acontecimiento más real e ineluctable que el fenecer". Hasta ahora la tarea ha corrido a cargo, principalmente, de filósofos, literatos y sociólogos, muchas veces basados en el conocimiento aportado por los pensadores clásicos que enseñaron a "ver la muerte" de determinada manera, y cuyas reflexiones son tan esenciales hoy para comprender las dimensiones del tema. Lamentablemente, se ha eludido el hecho de que toda muerte implica un dinámico proceso de comunicación e interacción social. Tan complejo, que incluso todas las culturas han coincidido en conferir al lenguaje de la muerte un carácter sensiblemente metafórico o metafísico, lo que confunde aún más ese múltiple, escurridizo y prolongado laberinto de símbolos que solemos llamar "pompas fúnebres".

En la actualidad podrá apreciarse que todo cuanto se relaciona con la muerte, como si fuese por sí sola un disparador máximo de notoriedad, constituye habitualmente la noticia más destacada de los medios de comunicación, trátese de guerras, atentados, catástrofes, accidentes, crímenes o del fallecimiento de hombres célebres o personajes singulares, en toda su impresionante escala de relieves y matices. Sin excluir aquellos que han hecho de la muerte inventada una especulación o anécdota periodística. No es únicamente el caso de P.T. Barnum, el cirquero mayor de Estados Unidos en el siglo XIX, quien hizo publicar una esquela, sin haber muerto, sólo con la curiosidad personal de saber cómo se rendiría homenaje público a su memoria. La prensa norteamericana ha dejado constancia de una falsa noticia del fallecimiento del gran novelista Mark Twain, el cual, al conocerla, comentaría que había sido "exageradamente anticipada". No debiera olvidarse, por lo demás, que alrededor de este acontecimiento culminante de la muerte existe no sólo un fenómeno de percepciones y culturas, sino figuras y modismos arquetípicos del lenguaje humano con una inmensa corte de paradojas, ritos y mitos. Esto es, un trasfondo sutil que influye decisivamente en el entendimiento de la vida, origen de creencias y claves, de magias y asombros. La distancia del tiempo, cambiando tradiciones, renovándolas o sustituyéndolas, hasta encontrar alguna fórmula tranquilizante del más allá. O...

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