Luchan indígenas por sus tradiciones
| Autor | Eduardo Velasco |
REFORMA / Estado de México
TOLUCA.- Arraigados como las raíces de los árboles más fuertes, subsisten en cientos de parajes, praderas, montes y valles del Estado de México los grupos étnicos ñañu, mazahua, nahua, matlatzinca y tlahuica, que luchan por subsistir y ser reconocidos.
Considerados como grupos minoritarios, los pueblos indígenas de la entidad representan el testimonio palpable de las costumbres y tradiciones que existieron en los territorios que actualmente ocupan las 122 demarcaciones que conforman el estado.
Las comunidades rurales, ubicadas principalmente en el Valle de Toluca, son los espacios donde, según datos del Censo de Población de 1995 del INEGI, habitan un millón 106 mil 875 indígenas, sobrevivientes de las culturas antiguas, que son el símbolo de identidad del pueblo mexiquense.
Rezago y Discriminación
A 509 años de la llegada de Cristóbal Colón a América, la fusión de culturas indígenas con la hispana se puede apreciar en los ámbitos religiosos, artesanales y productivos.
Las distancias territoriales, el rezago social y la discriminación racial son algunos de los factores que han mantenido al margen a la cultura indígena en el estado; sus costumbres y tradiciones se han preservado principalmente por el fomento de los adultos mayores en sus comunidades.
Desde sus territorios, cada uno de los grupos se enfrenta a problemas de desigualdad, falta de oportunidades de desarrollo y menosprecio por quienes obtienen un beneficio de ellos, como se puede apreciar en el caso de los indígenas artesanos, que son explotados por intermediarios.
Las comunidades ñañus (u otomíes, como más se les conoce) y mazahuas son las más representativas de la entidad por el número de habitantes y por encontrarse distribuidas en diversos municipios del estado.
En el caso de la cultura otomí, es el municipio de Temoaya el más representativo, pues alberga en su territorio las mayores expresiones sociales y culturales de este sector de la población mexiquense.
Sus habitantes conservan en sus rasgos, vestimentas, lengua y costumbres, una herencia genética y cultural que se puede apreciar principalmente en sus mujeres, sus fiestas y tradiciones.
Como lo señalan los historiadores, se piensa que este grupo étnico fue el primero en asentarse en el territorio que actualmente ocupa el Estado de México, donde desarrollaron la agricultura y, posteriormente, la actividad textil que aún realizan.
En el caso de los mazahuas, su desarrollo ha sido similar al de...
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