Manejan expertos la acústica teatral

AutorJulieta Riveroll

Programar en menos de una semana rock, ópera, teatro y jazz en una misma sala es un desafío que los expertos en acústica han intentado resolver, ya sea con innovadores cambios arquitectónicos o la invención de complejos sistemas digitales.

Butacas que giran 180 grados, como las del Schermerhorn Symphony Center, en Nashville; paredes giratorias o plegables, techos que suben y bajan, telones con diferente capacidad de absorción y el aumento o la reducción del aforo, son algunos de los métodos utilizados para variar la acústica de una sala de conciertos.

Las soluciones acústicas para un teatro basadas en obra civil, sin embargo, son costosas y muy limitadas para los inmuebles catalogados como monumentos históricos, razón por la que se han perfeccionado los sistemas electroacústicos, explicó Humberto Terán, vicepresidente de la Asociación de Ingenieros de Sonido, sección México.

El sistema electroacústico se caracteriza por la colocación de pequeñas bocinas, que no pasan de los 10 centímetros cuadrados, y micrófonos, que se distribuyen en la sala, ocultándolos de la vista del público y manipulándolos por medio de un software, simulando una acústica natural.

"Utilizamos la arquitectura electrónica para transformar una sala muy seca en una sala con gran brillantez para ópera y conciertos sinfónicos. Nadie podría distinguir que el sonido proviene de las bocinas. El sistema se puede apagar para tener al día siguiente un concierto de rock", explicó John Pellowe, quien fue ingeniero de sonido de Luciano Pavarotti durante 30 años.

Ambos métodos, tanto de cambio físico como digital, alteran lo que se conoce como tiempo de reverberación, el tiempo en que tarda en hacerse inaudible el sonido en la sala y que permite evaluar la calidad acústica del lugar, según el tipo de espectáculo que se presente.

La conversión de las salas de concierto e incluso de casas de ópera en espacios de usos múltiples está a menudo basada en criterios comerciales, y no meramente artísticos, pues mientras más numerosa sea la programación mayor es la posibilidad de que sea rentable o autosustentable, consideró Terán.

"Es difícil conciliar dos acústicas, la de los espectáculos populares y la de ópera y conciertos sinfónicos", opinó Terán.

Los expertos Sergio Beristáin, del Instituto Politécnico Nacional, y Eduardo y Omar Saad, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), coinciden en prescindir, hasta donde sea posible, de este equipo electroacústico, pues mientras más...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR