MARKETER / Se busca héroe

AutorHoracio Marchand

Un equipo responsable de llevar a una empresa, organización o incluso a un país a una situación de crisis, difícilmente será el equipo que la saque de ella. Es que para cuando algo hace crisis, la gradualidad y los elementos que la formaron ya se afianzaron y cristalizaron.

Cuando la crisis estalla, los hábitos automáticos e inconscientes de gestión, los patrones de conducta, la forma espontánea en la que trabaja el equipo difícilmente pueden cambiar.

La crisis aparenta ser súbita y de causa reciente pero en realidad tiene una antigua gestación. Golpea como si fuera nueva, como cuando una empresa se da cuenta de que el flujo de efectivo ya "no da", que la participación de mercado se perdió o que las ventas simplemente no pueden dejar de bajar.

¿Qué pasó? ¿Cuándo ocurrió?

El sistema y las instituciones rara vez cambian una situación. No se puede apelar a las instituciones, al establishment, para que rompan un círculo vicioso y frecuentemente inconsciente hacia el cambio, cuando estas mismas son parte esencial de lo que ya es.

Las integrantes de una organización, o los ciudadanos de un país, esperamos que aquellos en el poder nos rescaten o cambien una situación negativa y que la hagan de manera justa y sin dolor; pero la realidad es que las instituciones tienen, como burocracias que son, la obligación de preservarse a ellas mismas.

Adicionalmente, los cambios relevantes y las innovaciones que cuentan conllevan problemas y retos nuevos. Pero las instituciones no son atrevidas; el atrevimiento, la audacia y la resolución de cambio es dominio de las personas.

Por ese se busca un héroe; a alguien que rompa la maldición, que cambie la trayectoria que el sistema y las instituciones, que llevaron a la entidad a ese punto, ya no pueden cambiar.

Aunque suene retrógrado y asuste a algunos como el regreso al caudillismo, al mesianismo o algún liderazgo oscuro de la historia, se nos olvida que en cada momento transicional en la vida de los países y las organizaciones, ahí estuvo un líder irreverente decidido...

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