Máscaras de la fiesta

AutorMaryell Ortiz de Zárate y Ricardo Diazmuñoz

Tlaxcala, el más pequeño de los estados de la República Mexicana, se puede atravesar en un par de horas de oriente a occidente y en otro par de horas de norte a sur; esto no significa que se le conoce en un par de días. Se precisan cientos de horas para conocer la diversa belleza de su geografía, ya sea deslizándose por sus llanos o sorprendiéndose en sus bosques, y se necesitan 236 días para asistir a todas sus fiestas; algunas de fama nacional e internacional, entre ellas su carnaval, la expresión de la cultura popular más distintiva del pueblo tlaxcalteca.

Las "carnestolendas" tlaxcaltecas son una aventura extraordinaria en los parajes de lo imaginario, fortalecen los lazos familiares, amicales y vecinales. Todos participan de los múltiples lenguajes que la fiesta exige, comparten el júbilo y conviven con entusiasmo.

Quien llega por primera vez a Tlaxcala quedará deslumbrado por la riqueza de elementos que integran las fiestas de carnaval. Aunque algunos componentes tienen características similares a otros carnavales que se celebran en el País y en el extranjero, el carnaval de Tlaxcala es notable porque se sustenta, fundamentalmente, en las danzas de los huehues (viejos, vocablo derivado de Huehuetéotl, el dios viejo o del fuego, considerado el padre de los dioses y la más antigua de las deidades). Algunas "camadas" de huehues están integradas por más de 100 participantes. Se calcula que este año se presentarán más de 6 mil danzantes. Un desmesurado jolgorio de máscaras y atuendos.

La expresiones coreográficas, inauditas y siempre renovadas, nos invitan a presenciarlas una y otra vez para contagiarnos de su fantasía. El vestuario y los sombreros profusamente empenachados (en algunos casos) son resonancias exageradas de un pretérito centenario, ecos paródicos de la indumentaria de los hacendados hispanos del siglo 17, de sus fastos.

En 1699, el conde de San Román, gobernador de la Provincia de Tlaxcala, prohibió las danzas populares y cualquier manifestación popular que ridiculizara a los hacendados. A pesar de ello, los bailes no desaparecieron.

Actualmente, más de 60 poblaciones tlaxcaltecas festejan el carnaval, lo que ha propiciado una variedad de atuendos, danzas, máscaras y significados, que hacen único el carnaval de la entidad. Los danzantes tlaxcaltecas de hoy heredaron de sus antepasados indígenas la versatilidad para la mofa, la socarronería, la extravagancia, las máscaras blancas de ojos claros.

Las danzas se han convertido...

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