Mayas: adiós a la sumisión

AutorMario Gutiérrez Vega

¿Se imagina circular por las carreteras de Yucatán y observar las indicaciones de tráfico en lengua maya, a la par del castellano? Esto podría ser una realidad muy pronto.

Por primera vez en su historia, el estado de Yucatán prepara una ley que busca recoger elementos de la cultura maya para incorporarlos oficialmente a la vida de los yucatecos.

Después de dos consultas realizadas con la población indígena de la entidad, el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya de Yucatán (Indemaya) -oficina dependiente del gobierno estatal- ha obtenido las primeras conclusiones de las reivindicaciones que hacen las comunidades mayas.

Las demandas podrían convertirse en un derecho constitucional si avanzan por el camino que el gobierno de Patricio Patrón Laviada tiene previsto y culminan en el Congreso local como una ley para el pueblo maya que implica su correspondiente reforma constitucional.

Entre los resultados recogidos hasta ahora por el Indemaya existen demandas indígenas que complementarían en Yucatán lo que buscaban los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, firmados en 1996 por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal.

Así, las consultas arrojan que los mayas quieren una representación en el Congreso local, la creación de gobiernos municipales propios, la aplicación de leyes judiciales de acuerdo con sus costumbres y la oficialización de su lengua, entre otros aspectos de autonomía.

"Se hizo un trabajo directo con el pueblo maya y aunque recoge mucho de los Acuerdos de San Andrés hay una óptica específica de los mayas de Yucatán", explica Feliciano Sánchez Chan, asesor de procesos y programas institucionales del Indemaya.

Además de convertirse en ley este borrador del proyecto, las comunidades tendrían la posibilidad de elaborar sus propios planes de desarrollo comunitario, municipal y regional. Además, los poderes públicos del estado y de los 106 municipios estarían obligados a contar con funcionarios conocedores de la cultura maya y que hablen la lengua indígena.

En cuanto a sus usos y costumbres, la población maya pide libertad. Por ejemplo, la validación oficial de sus prácticas medicinales y recursos médicos tradicionales. "Esto resultaría en una transformación del sistema de salud estatal", advierte Sánchez Chan.

De acuerdo con Pedro Bracamonte y Sosa, coordinador del programa peninsular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), hay aspectos que deberán estar en la nueva legislación con el fin de perpetuar la cultura maya: "Los derechos lingüísticos son fundamentales en Yucatán porque más de 550 mil personas son hablantes de la lengua y son los portadores de esa cultura".

Según el Consejo Nacional de Población (Conapo), el maya es la segunda lengua indígena que más se habla en el país, por detrás del náhuatl. Se calcula que aún se conserva su uso diario en mil 420 localidades ubicadas en la península yucateca.

Los mayas son el grupo étnico más importante de Yucatán. Se calcula que el 52 por ciento de la población, es decir más 700 mil personas, son indígenas. De los 106 municipios en que está dividida la entidad, 85 son habitados principalmente por indígenas.

Las cifras revelan que la mayoría de los mayas son excluidos sociales. Yucatán es calificado por el Conapo como una entidad de alta marginación y ocupa el lugar 11 en el contexto nacional. El acceso a la educación es deficiente: el 36 por ciento de los habitantes mayores de 15 años no tienen la primaria terminada; el 12 por ciento no sabe leer ni escribir.

Las condiciones de vida son precarias. El censo del 2000 muestra que en el 52 por ciento de las viviendas yucatecas existen condiciones de hacinamiento.

Aún hay más. Una encuesta realizada por el Ciesas en el 2004 señala que el 70 por ciento de...

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