Mejoran langostas equipo quirúrgico

AutorPatricia López

En Cuba, un equipo de científicos desarrolló un método para aprovechar en hilos quirúrgicos y gasas las propiedades cicatrizantes y antisépticas de la quitosana, un polímero natural presente en los caparazones de langostas, camarones e insectos.

La quitosana es un derivado de la quitina, el segundo polímero más abundante en la naturaleza -después de la celulosa-, que protege de agentes externos a hongos, algas y varias especies animales, en las que forma parte de su exoesqueleto o caparazón exterior.

El nombre quitina deriva del griego kitos y significa cavidad o bóveda, haciendo referencia a esos caparazones protectores donde abunda el compuesto.

La quitina es un polímero, es decir, una molécula de gran tamaño constituida esencialmente de azúcares (es un polisacárido) y oxígeno. Sus moléculas son fibrosas y logran un material de gran resistencia química y mecánica.

Con todo y su gran tamaño, el caparazón de la langosta es considerado un desperdicio por las industrias pesquera y de alimentos, que sólo aprovechan de ese crustáceo marino su carne blanca de sabor refinado, muy cotizada en todo el mundo.

Para aprovechar las ventajas de la quitosana y darle valor agregado a este residuo de la producción pesquera de langosta, el Grupo de Investigación en Biopolímeros del Centro de Biomateriales de la Universidad de La Habana, encabezado por el doctor en química Carlos Andrés Peniche Covas, creó un método propio para extraer la quitina y la quitosana y llevar las virtudes cicatrizantes y antisépticas de ambos compuestos a materiales quirúrgicos que ya se prueban con éxito en hospitales de la isla caribeña.

"En Cuba, la industria pesquera produce grandes cantidades de desechos de langosta que constituyen un contaminante rico en proteína y quitina", explicó Peniche Covas, cuyo primer reto fue lograr un método eficiente de extracción.

Luego de varios años de pruebas experimentales y colaboraciones con científicos de México y España, que también indagan el potencial de estos biopolímeros, los especialistas lograron separar la quitina del calcio, las proteínas, las grasas y otros componentes del exoesqueleto, y a partir de ella obtener su principal derivado, la quitosana, que resulta ser el más aprovechable.

Peniche Covas consideró que este trabajo representa un esfuerzo colectivo amplio para el estudio de la quitina y la quitosana.

"Se trata de un estudio que recorre desde la obtención de estos productos a partir de desechos contaminantes, (hasta) su...

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