Entrevista/ Miguel Littin: Rescata del olvido su historia personal

AutorCarlos Rubio

REFORMA / España

MADRID.- El sentido de la vida, dice el cineasta y escritor chileno Miguel Littin, es continuar lo que los antepasados o antecesores no pudieron cumplir. Porque la muerte, añade, sólo existe en la medida del olvido.

Fue así que, bajo esta premisa, el director de películas como El chacal de Nahueltoro, Actas de Marusia, La viuda de Montiel o Alsino y el cóndor, e inspirador de obras como La aventura de Miguel Littin, clandestino en Chile, de Gabriel García Márquez, ha escrito la novela El viajero de las cuatro estaciones (Seix Barral), un libro sobre la orfandad y el exilio, escrito en un estilo que el propio autor, en entrevista con REFORMA, describe como "pasivo y melancólico".

Según cuenta Littin (1942), El viajero de las cuatro estaciones está escrito de un solo aliento y con la única motivación de contar una historia que, por otra parte, lo había acompañado toda su vida: la de los orígenes americanos de su propia familia.

"Pero siempre quise que el destino de esa historia fuera una novela, no una película", aclara. "Yo había escrito muchos párrafos, había tomado muchos apuntes llenando cuadernos con recuerdos, hasta que llevado por el impulso de contarla la escribí de un impulso".

Y es que Littin estima que el cine se ha hecho como un retrato de la realidad, cuando solamente debería señalar signos para que la gente encontrara la vivencia.

"Porque la literatura es eso: la invención del autor, pero también la reinvención del lector que recibe insinuaciones y a partir de ellas les da rostro, color, textura y poesía. En cambio, en el cine todo está hecho y sobre todo en la televisión. Por eso no todo el cine es arte, y creo más bien que sólo lo es en muy pocas ocasiones. En la relación entre cine y literatura sólo conozco el caso de Viscontti, cuya película El gatopardo es tan profunda como la novela de Lampedusa; o La muerte en Venecia, del mismo director y basada en una obra de Thomas Mann, donde la película se acerca a su profundidad, pero no haciendo ilustraciones de la literatura, sino basándose en la novela como si uno se basara en la vida, y así la película es independiente y libre. Creo que otro caso es el de Luis Buñuel en Nazarín y Viridiana, porque no adaptó a Pérez Galdós, sino que hizo una interpretación libre basado en lo que le insinuaba la literatura. Y de esa manera el cine sí puede ser arte".

Si Miguel Littin hiciera una película basada en El viajero de las cuatro estaciones, tendría que tener una estructura completamente diferente, tomándola como una fuente de vida, como una base.

"Porque al ver el caso del cine llamado de entretenimiento no es así. No obstante, en el cine de autor están las posibilidades de insinuación. La imagen tiene muchas posibilidades de cambio y transformación dentro de uno mismo, y quizá el cine habría que mirarlo como cuando uno mira una pintura, fragmentando el tiempo y el espacio y eligiendo los lugares y los significados. No hay nada más enormemente ruidoso que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR