Muestran su Telón de Aquiles

AutorFernando de Ita

Hace un cuarto de siglo que un grupo de autores dramáticos no se identificaba como tal a los ojos del público. Desde que Guillermo Serret reunió bajo el mismo paraguas de La Nueva Dramaturgia Mexicana a Sabina Berman, Jesús González Dávila, Víctor Hugo Rascón Banda, Leonor Azcárate, Tomás Urtusástegui y demás discípulos de Hugo Argüelles y Vicente Leñero, los dramaturgos nacionales no habían intentado juntar sus soledades en un mismo proyecto. Aunque lo primero que incomoda a este colectivo de autores entre los 18 y 34 años de vida, es formar parte de un grupo que absorba su brillo personal.

Con todo, Michelle Solano, Irela Villiers, Edgar Alvarez, Alberto Villarreal, Zaría Abreu, Noé Morales, Javier Malpica, Luis Ayhllón, Verónica Musalem, Iván Olivares, Alfonso Cárcamo, Denisse Zúñiga, Enrique Olmos, Bárbara Colio, Luis Enrique Gutiérrez, Jorge Kuri, Perla Villa, Edgar Chías, Beatriz Luna, Antonio Malpica, Carmen Ramos y Carlos Nhopal se han propuesto articular la suma de sus individualidades en un concepto expresado no con los signos virtuales que campean en sus obras sino a la manera de los idealistas y revolucionarios del siglo 19: con un Manifiesto.

"...El equipo que contiene, que pretende expresar el concepto Telón de Aquiles, no se instala en la muy sobada perpetración de las provocaciones en falso, ni nos anima la remolona costumbre juvenil de decirle No a lo que nos precede. Somos un proceso, formamos parte de la historia... Para nosotros integrar no es sumarnos al discurso legitimador establecido por los funcionarios e instituciones que otorgan valía y existencia a los proyectos artísticos subvencionados y/o comercializados. Tampoco es construir un nicho que nos permita llorar o reírnos a solas con nuestras graciosidades geniales o frustraciones constantes. Hay una voz plural que busca interlocutores...".

Lo primero que buscaron estos inconformes fueron las becas, los premios, los apoyos de las instituciones que no quieren legitimar, porque si algo comparten estos espíritus indómitos es haber iniciado su obra al cobijo del Ogro Filantrópico, transitando por todas las becas estatales, federales, internacionales del sistema, sin que este hecho haya condicionado la orientación de su escritura, ni les haya tapado la boca, como puede verse. Afortunadamente, su resistencia al orden establecido es más hormonal que ideológica, y tiene más influencia de Jarry que de Marx. Infortunadamente, no han buceado lo suficiente en el humor corrosivo de la patafísica, el dadaísmo, el surrealismo, el absurdo, el esperpento, cuando su anhelo manifiesto es cargar su pluma con la imaginación subversiva de estos depredadores de la estructura aristotélica del drama y la vida.

La contradicción es, por otra parte, el santo y seña de estos jóvenes atrapados entre las ruinas del siglo 20 y la imagen virtual del siglo 21. Ellos quisieran resolver el mundo desde sus computadoras, pero las viejas costumbres los obligan a tocar la puerta del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Querétaro, con el fin de hacer en la ciudad colonial la Primera Muestra Nacional de la Joven Dramaturgia, del 24 al 27 de julio. Como ellos organizan...

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