Museos de arte funerario

AutorMónica Delgado

Corresponsal

PARÍS, Francia.- En París no hace falta esperar la fiesta del Día de Muertos para ir al panteón. Los cementerios de la capital francesa son sitios de interés turístico y cultural, y tanto parisinos como turistas los visitan con frecuencia. Desde el más grande, el Père-Lachaise, hasta el más pequeño, Le Calvaire, los camposantos parisinos constituyen verdaderos museos del arte funerario, además de ser morada eterna de numerosas personalidades francesas y mundiales.

La presencia de los famosos es uno de los primeros atractivos turísticos de estas necrópolis. Pero su arquitectura y sus jardines los convierten en atractivos lugares de paseo.

Cementerio Père-Lachaise

Con difuntos tan célebres como Jim Morrison, el compositor polaco Frédéric Chopin, el escritor inglés Oscar Wilde, la cantante francesa Edith Piaf, el escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias o el pintor italiano Modgliani, el cementerio del Père-Lachaise, en el noreste de París, es el más conocido y el más frecuentado.

Pero otros cementerios capitalinos también tienen interés histórico e inquilinos destacados.

Necrópolis de Montparnasse

Situado al sur de París, justo en el barrio de Montparnasse, preferido de intelectuales y artistas de principios del siglo 20, el cementerio del mismo nombre fue elegido como último refugio de figuras relevantes de la literatura, la filosofía, la pintura y el cine, por lo que el recorrido para descubrir sus tumbas es obligado.

Entre las más visitadas están las de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, enterrados uno al lado del otro; la de Marguerite Duras, la de Eugène Ionesco y Samuel Beckett. Los cinéfilos visitan la tumba de Jean Seberg, adornada con sus fotografías y frases de sus admiradores.

Ahí también se encuentran dos personalidades mexicanas: Porfirio Díaz y el artista Julio Ruelas. En la pequeña capilla del primero, los turistas mexicanos dejan huella colocando algunas banderas.

Otras celebridades latinoamericanas que reposan aquí son el peruano César Vallejo y el argentino Julio Cortázar. Sobre la lápida del autor de "Rayuela", sus incondicionales lectores colocan piedrecillas, boletos de Metro, flores y mensajes.

Las sepulturas de este cementerio también destacan por su estética. Algunas son muy clásicas, como la del escultor Bartholdi, creador de la Estatua de la Libertad, símbolo de la ciudad de Nueva York; otras resultan muy originales, como la de Henri Langlois, fundador de la Cinemateca francesa, que lo representa...

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