¿Quién defiende a los mexicanos?

AutorVíctor Alemán

Seguramente habrá escuchado de algún amigo o familiar cercano una historia de terror relacionada con el servicio o garantía de un auto.

Tan sólo unas cuantas semanas de uso, ese flamante auto ha tenido que visitar el concesionario en más de 4 ocasiones.

En casos más graves, puede existir la posibilidad que no se quiera hacer efectiva alguna garantía y el consumidor tendrá que absorber la reparación con costos por arriba de los 20 mil pesos.

Casos como los anteriores desafortunadamente siguen existiendo y a pesar de que existe una Procuraduría Federal del Consumidor, la misma carece de dientes y no puede ir más allá de una recomendación a los involucrados en cuanto a compra, venta y servicio de autos se refiere.

Si el consumidor quiere "pelear" su caso, tendrá que hacerlo con sus propios recursos y contratar un representante legal o abogado para iniciar un juicio que suele ser largo en tiempo y facturación de honorarios.

En la mayoría de las ocasiones el consumidor tendrá que enfrentar a un grupo sólido y experimentado de abogados de las diferentes armadoras.

Las áreas en donde los consumidores requieren de ayuda es en el tema de autos con problemas recurrentes, los cuales tienen que visitar el taller autorizado en múltiples ocasiones sin llegar a una solución definitiva.

La consecuencia de esto es que el consumidor que acaba de adquirir su unidad, no puede disfrutarla y tiene que perder su tiempo al llevarla al taller.

Otra área es en el de interpretación para aplicación de garantías, en donde las cláusulas pueden ser claras pero pueden malinterpretarse o incluso ocultarse hasta que lleguen al final de su vigencia.

Socios comerciales de México como Estados Unidos y Canadá cuentan con entidades o legislaciones que específicamente vigilan que la relación entre consumidores, concesionarios y armadoras se lleve a cabo en un ambiente de armonía y justicia.

En Estados Unidos desde finales de los 70 existe una legislación a nivel nacional y reforzada por legislaciones estatales que se encargan de cuidar los intereses de los consumidores estadounidenses.

Esta legislación recibe el nombre de "Lemon Law" y defiende a los consumidores de unidades con fallas recurrentes durante el periodo de garantía.

El beneficio principal es que si la unidad entra al taller autorizado en más de 4 ocasiones sin resolver el problema específico, el propietario tendrá derecho a recibir un reembolso por su compra o a recibir una unidad nueva.

Otra de las situaciones...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR