¡Naturaleza que emociona!

AutorDalila Carreño

Escuchar tucanes, chachalacas y monos saraguatos mientras se realiza un recorrido en las tradicionales canoas de madera que usan los habitantes de la selva chiapaneca es una de las muchas experiencias ecoturísticas que ofrece México.

La riqueza del País permite realizar un sinnúmero de actividades en contacto con la naturaleza, y hay para todos los gustos: desde buceo hasta expediciones en volcanes, acampadas o visitas a sitios arqueológicos. Y la lista sigue.

Todas ellas son alternativas de ecoturismo, término generalizado desde finales de los años 90 y avalado por instancias como la Organización Internacional de Turismo.

"Se tiene que ir al sitio, disfrutarlo, reconocerlo, apreciarlo, valorarlo, pero también a las comunidades o manifestaciones culturales que son propias de ese lugar", indica César Rafael Chávez Ortiz, director general de fomento ambiental urbano y turístico de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

"El ecoturismo está íntimamente asociado a la conservación de la biodiversidad y la investigación".

Uno de los mayores tesoros del País en este sentido es el Corredor Biológico Mesoamericano, que atraviesa Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Oaxaca y continúa por Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

Pedro Álvarez Icaza Longoria, coordinador de Corredores y Recursos Biológicos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), señala que el corredor es la única iniciativa mundial de cooperación regional en materia ambiental que involucra a ocho países.

"Vincula a la región más biodiversa por metro cuadrado del mundo. También se le ha llamado el 'Paseo pantera' y 'La ruta del jaguar'", afirma.

Desde la Conabio se apoyan también proyectos que vinculan la ecología con el turismo a partir del reconocimiento de oportunidades de una región.

"Por eso (el ecoturismo) se relaciona mucho con el turismo rural, indígena. Lo vemos como una alternativa económica que dignifica las opciones de ingreso para las comunidades rurales con las que trabajamos", explica Álvarez Icaza Longoria.

"Si las comunidades ven que conservando su espacio pueden tener ingresos, estamos logrando dos cosas: apoyar su economía familiar y conservar la biodiversidad, que tiene un gran valor por los servicios ambientales que ofrece".

CONVIVENCIA Y APRENDIZAJE

Cultivar hortalizas orgánicas con una familia de agricultores, compartir con ellos los alimentos, participar en...

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