'...No haré travesuras'
| Autor | Sergio Álvarez |
Cuando su madre lo abandonó en su natal Barranquilla, Colombia, Víctor Pacheco sólo tenía cuatro años de edad. Hoy, su más grande anhelo es haber tenido la oportunidad de compartir con ella los frutos que ha cosechado a lo largo de su carrera como futbolista; algo que nunca pasará y que, no obstante, forma parte de los sueños de "Pachequito".
A 26 años de su partida, el mediocampista del Atlante, asegura no sentir rencor en contra de la mujer que le dio la vida, y quien lo dejó a él y a sus cinco hermanos para emigrar a Venezuela en busca de trabajo.
Con una tranquilidad que contrasta con la magnitud de este dramático episodio, Pacheco nos platica la forma en que su madre partió de Colombia para no regresar jamás y los eventos que marcaron su infancia.
Recuerdos dolorosos
A la pérdida de su madre se sumó la partida de su padre, quien también dejó su hogar, por lo que Víctor y sus hermanos quedaron a cargo de su tía Ema, quien, según el propio jugador, los supo llevar por el camino correcto.
"Uno siempre recuerda cosas bonitas, los momentos difíciles que vivió, de pronto se pasó mucha necesidad, mis padres se separaron, me dejaron, mi mamá se fue desde que yo tenía cuatro o cinco años a Venezuela y nos dejó.
"Me quedé con una tía que en ese momento me crió y afortunadamente fuimos cinco hermanos que salimos adelante y por medio del futbol las cosas empezaron a mejorar.
"Yo la recuerdo muy bien (a mi mamá) se fue a buscar trabajo y de pronto se quedó allá e hizo su vida, pero nunca la juzgué en ese sentido", reveló Pacheco, mientras jugueteaba de manera nerviosa con el short de entrenamiento de los Potros de Hierro, en medio de la tranquilidad del Centro de Alto Rendimiento.
Llega a México
Pacheco arribó al futbol mexicano a mediados del año 2000 en compañía de sus compatriotas Neider Morantes y Wilmer Ortegón, quienes llegaron para reforzar a los Potros, que entonces eran dirigidos por Eduardo Rergis.
Desde que arribó al futbol mexicano, "Pachequito", como le dicen sus compañeros por su corta estatura, ha sufrido para mantenerse en el cuadro titular del equipo azulgrana, ya que en cada inicio de torneo la directiva ponía en tela de juicio su continuidad.
"Pachequito" es un hombre sencillo, amable, y en ocasiones introvertido. Nunca se niega a dar entrevistas al final del entrenamiento y casi siempre se encamina muy solo al vestidor.
"Me trajo Lalo Rergis, quien me vio jugar en Colombia donde se hizo el acuerdo entre el Atlante e...
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