Objeto de adoración, objeto de pecado

AutorCarlos Rubio Rosell

MADRID.- ¿Hablar del pene es un asunto que aún se trata en las sociedades posmodernas debajo de la mesa; un tópico del que no se habla con naturalidad y que se reserva para conversaciones muy íntimas y, en muchos casos, ni siquiera se aborda en pareja?

La escritora neoyorkina Maggie Paley considera que este tema "comienza a salir de debajo de la mesa. En Estados Unidos este cambio se ha hecho evidente a raíz del caso de Lorena Bobbit, la mujer que cortó el pene de su marido. A consecuencia de la gran difusión que tuvo en todos los medios, la palabra pene comenzó a aparecer en titulares y encabezados de prensa de todo el mundo. Casos como éste convirtieron al pene en motivo de conversación entre la gente, algo otrora inusual, excepto a escondidas, en susurros, y en pequeñísimos círculos".

Como consecuencia de esta suerte de boom, varios libros han aparecido en el mundo occidental. Uno de ellos es el de Maggie Paley -autora de la novela Bad Manners y colaboradora habitual de las revistas Paris Review, Life y Vogue-, quien acaba de publicar en español, bajo el sello editorial Planeta, su ensayo titulado El libro del pene, del que habla en entrevista exclusiva con REFORMA.

¿Por qué cree que hoy en día es necesario escribir sobre el tema del pene: hay muchas concepciones equivocadas o prejuicios al respecto?

Creo que sí, que hay muchos prejuicios y conceptos equivocados. Las mujeres queremos saber sobre este tema y a menudo nos cuestionamos mucho sobre eso, pero generalmente no hacemos esas preguntas a los hombres y ello me ha animado a inquirirles directamente a ellos e investigar. Porque entre más sepamos del tema, más posibilidades de comunicación encontraremos entre hombres y mujeres, algo esencial para todos. E incluso para el hombre en sí, para que se acerque a su propio cuerpo y a su sexualidad y la entienda mejor. Creo que los hombres heterosexuales saben muy poco sobre el pene porque conocen íntimamente sólo el suyo, mientras las mujeres o los homosexuales conocen muchos más.

Respecto a la relación del hombre con su propio pene, ¿es que en el mundo occidental es más restringida y limitada que en oriente y cuáles son las diferencias?, porque en su libro usted cita bastantes ejemplos orientales.

En oriente los penes están mucho más a la vista; en Japón hay festivales del pene y en los templos hindúes hay muchas representaciones de los penes. Uno de los motivos podría ser que los hombres se sienten orgullosos de sus penes en parte porque...

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