PLAZA PÚBLICA / Licitación cuestionada

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

En un solo día, el Congreso de la Unión y la justicia federal asumieron posiciones contrarias a que prospere la licitación número 21, de la que resultaría beneficiaria Televisa (y su socio Nextel). No obstante el peso y la trascendencia de esas determinaciones, el Ejecutivo parece resuelto a ir adelante, pues más le interesa satisfacer el interés del monopolio televisivo, en su incursión en el servicio telefónico y de internet, que atender las decisiones del Poder Legislativo y de los jueces federales.

Todo comenzó el 20 de octubre pasado cuando la Comisión Federal de Telecomunicaciones aprobó la convocatoria para licitar porciones importantes del espectro radioeléctrico. El 14 de diciembre la Comisión emitió las "Bases de licitación para el otorgamiento de concesión para el uso, aprovechamiento y explotación de bandas de frecuencia del espectro radioeléctrico para el acceso inalámbrico en el segmento 1710-1770 megahertz" (megahercios).

En esos mismos días, previendo el resultado del concurso correspondiente, el Congreso aprobó ventajas fiscales, que en su contrapartida significaron menoscabo del patrimonio público, a quien resultara titular de esa concesión. Se alzaron voces dentro y fuera de la Cámara de Diputados denunciando que esas disposiciones tributarias beneficiarían a Televisa, para la cual estaban diseñadas, lo mismo que la convocatoria respectiva. Ese consorcio protestó contra las posiciones públicas que cuestionaron el provecho que obtendría, negando que se hubieran delineado en su beneficio. El tiempo probaría lo contrario.

Con el laudable propósito de mejorar la competencia en telefonía móvil, las licitaciones 20 y 21 establecieron normas que impedían el acceso igualitario a la licitación de Telcel y Iusacell, que disponen ya de segmentos importantes del espectro radioeléctrico. De ese modo, en la licitación 20 el ganador fue la empresa española Telefónica, que presentó mejores ofertas que sus competidores. En la licitación 21 las bases impidieron que hubiera pujas por la concesión, pues se procuró que hubiera un solo participante, el que resultó de la conjunción de intereses de Televisa y Nextel.

Iusacell se inconformó con las bases de licitación, porque la excluían. Inició recursos jurídicos de variada naturaleza, entre ellos varios juicios de amparo. El 5 de julio obtuvo de un juez federal en Acapulco una determinante medida cautelar, que impedía la entrega de los títulos de concesión a los ganadores de las licitaciones 20...

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