Perfiles y Rasgos

AutorHoracio Andrade

Cambiar para seguir igual

En uno de los pasajes de la célebre novela "El Gatopardo", de Giuseppe Tomasi Di Lampedusa, llevada al cine por Luchino Visconti, el personaje principal, Don Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, le dice al funcionario Chevalley di Monterzuolo: "Algo debe cambiar para que todo siga igual".

Esta frase se llegó a ser tan famosa, que incluso dio origen a un concepto, el de "gatopardismo", con el cual se denomina, precisamente, a todas aquellas acciones de cambio que en el fondo tienen como objetivo preservar el status quo. Por paradójico que pudiera parecer, a veces la única forma de mantener las cosas como están es llevando a cabo cambios.

De hecho, cualquier sistema complejo sólo puede conservar su estado de equilibrio, es decir, su estabilidad, realizando todas las transformaciones necesarias para adaptarse a las continuas demandas de su entorno. Por eso se conoce a dicho estado como de "equilibrio dinámico". En términos de la teoría de sistemas, esta propiedad se conoce como "homeostasis". Un ejemplo muy claro de este proceso de adaptación es el sudor que el organismo genera cuando aumenta la temperatura ambiental, a fin de que la temperatura corporal se mantenga relativamente estable. En los sistemas sociales sucede lo mismo: muchas veces hay que cambiar las formas para que el fondo permanezca. Esto lo saben muy bien los políticos; por ejemplo, el permitir o hasta impulsar la celebración de elecciones, aun cuando éstas estén totalmente amañadas, es a veces la mejor vía para mantener a los regímenes autoritarios.

Incremental vs. radical

En las organizaciones también se da el gatopardismo; en los procesos de mejora, por poner un caso, lo que se busca en última instancia es que las cosas se sigan haciendo igual, aunque mejor; por eso se les inserta dentro de la modalidad del cambio conocida como "incremental" (o "más de lo mismo").

Sin embargo, hay situaciones que demandan una transformación mucho más grande que los cambios incrementales; requieren de cambios radicales (es decir, de raíz), que implican un giro de 180 grados respecto a la manera tradicional de ser o de hacer las cosas. Son los cambios que rompen con el paradigma, que exigen soluciones totalmente innovadoras porque los retos son también muy diferentes a los que se han presentado antes.

Estos cambios, independientemente de que se originen en el subsistema cultural, de estructura o de procesos, impactan fuertemente a los tres, por las interrelaciones e...

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