Permanece alerta
| Autor | Tania Romero |
Pese a que académicos y directivos de posgrado afirman que es poco el índice de deserción en este nivel de estudio y muchas universidades no lo tienen medido, reconocen que sí llega a darse esta situación, ocasionada por diversos factores.
"Aunque de por sí es poca la deserción en una maestría, una de las principales causas tiene que ver con el trabajo, como las promociones, que los estudiantes consigan un mejor empleo y tengan que darse de baja por algún tiempo, o que se cambien de ciudad, aunque lo más probable es que regresen a la universidad donde empezaron o retomen en otra localidad", comenta Alfredo Nava, vicerrector académico de la Universidad Anáhuac México Sur.
"Otro factor en términos laborales, pero algo negativo, es que se queden sin empleo; sin embargo, muchos utilizan parte de su finiquito para pagar su posgrado porque creen que les abre puertas para encontrar otro trabajo, pero si no es muy alto ese monto, lo postergan o se dan de baja".
También puede pasar que las condiciones laborales cambien y esto afecte al estudiante.
"Ha habido gente que se da de baja porque piensan que los empleadores los van a apoyar, pero me ha tocado más de una persona que suspende porque las clases empiezan a las 7:00 de la noche y a esa hora van saliendo de la oficina".
Los recursos de tiempo y económicos, añade, también pueden ser causa de baja.
"A veces pagan la primera y la segunda mensualidad, pero luego ven que no les alcanza para vivir como estaban acostumbrados; otro tema, un poco más visceral, tiene que ver con las distancias, que no calculan que tienen que agregar a su día no sólo tres horas de clase, sino también una hora de tráfico para ir a la universidad y de regreso de su casa es otro rato", indica.
En el plano académico, Nava menciona que algunos alumnos no miden correctamente el grado de exigencia, lo cual puede afectar su desempeño general y hacerles latente la idea de abandonar los estudios.
"Sí pasan los exámenes pero no le dedican el esfuerzo suficiente y se la llevan muy tranquilo pero, al final, les piden trabajos y tareas y prefieren no seguir estudiando".
Además, agrega, en programas como los de Alta Dirección o MBA, donde se recibe gente de todas las carreras, intervienen dos cosas, la dedicación y las herramientas previas necesarias para tener un buen desempeño académico.
"Hay gente que dice 'pensé que en materias de finanzas, contabilidad o estadísticas iba a estar más tranquilo y la verdad no'", señala Nava.
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