Pierden su hábitat 5 mil especies

AutorPatricia López

Las poblaciones de elefantes, pandas, jaguares, antílopes, osos y canguros, entre otras 5 mil especies de mamíferos, se redujeron en el mundo entre dos y diez por ciento en el último siglo a causa de actividades humanas que destruyen sus ecosistemas, según revela un estudio encabezado por Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Paul R. Ehrlich, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Stanford, Estados Unidos.

Tras comparar poblaciones de mamíferos del siglo 19 con estimaciones actuales, los científicos encontraron que 173 especies perdieron más de la mitad de las áreas que habitaban.

La eliminación de ecosistemas naturales redujo las poblaciones animales y vegetales. En el caso de los mamíferos -entre ellos primates en extinción como los orangutanes y chimpancés bonono y especies nativas de México como el conejo teporingo y el perro de las praderas-, el promedio de 1.8 por ciento de extinción que se mantenía desde el año 1500 aumentó drásticamente en el siglo 20, sostiene el estudio publicado en la revista Science.

"Durante años se ha enfatizado a las especies en peligro de extinción, que es importantísimo atender, pero nuestro estudio propone planes de manejo que se anticipen a la extinción y se centren en las poblaciones", explica Ceballos, biólogo y doctor en ecología.

El estudio de Ceballos y Ehrlich -en el que participaron Jorge Soberón, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad; Irma Salazar, de la UNAM, y John P. Fay, de la Universidad de Stanford- es pionero en su diagnóstico mundial de poblaciones de mamíferos, cuya densidad se analiza en seis mapas regionales de los cinco continentes que identifican grupos de los referidos animales en territorios de cien kilómetros cuadrados.

"Es la primera vez que se evalúa todo un grupo animal. Es impactante porque hablamos, por ejemplo, de leones que ya no existen en Europa y de venados de cien kilos que apenas conocimos en 1996, como el antílope soala que vive en Vietnam", advierte Ceballos.

El investigador reconoce en los mamíferos tres ventajas para iniciar con ellos un manejo de conservación ambicioso: es un grupo grande del que hay buena información biológica; son atractivos para el ser humano (lo que puede favorecer su protección entre grupos civiles y políticos), y debido al gran tamaño de cada individuo su manejo requiere de territorios grandes donde la conservación se extiende a...

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