Plaza Pública/ Huelga universitaria y anexas

AutorMiguel Angel Granados Chapa

El Rector y el Consejo Universitario aceptaron, en lo esencial, las peticiones del Consejo General de Huelga. Pero los paristas, que se resisten a concluir victoriosos su movimiento, ignorantes una vez más que han triunfado, rechazaron la propuesta porque, en el colmo del absurdo, lo consideran una "usurpación" de sus posiciones o porque, más racional pero ineficazmente, alegan que no resultaron de un diálogo que ni siquiera pudo comenzar.

En ese punto algo de razón asiste a los huelguistas, pues se produjo un salto del prólogo a la conclusión y aun al epílogo. Pero tienen razón cabal sólo si privilegian como están haciéndolo, los medios sobre los fines y si ignoran una regla elemental de toda negociación, que consiste en no abrumar con una derrota aplastante al interlocutor. Las autoridades universitarias no han tenido más remedio que admitir las peticiones de los paristas, como los familiares de un secuestrado aceptan las condiciones de un secuestrador. Pero el Consejo General de Huelga quiere la satisfacción de su pliego y la humillación de las autoridades. Por eso quiere que lo mismo ofrecido por el Rector y el Consejo resulte de una prolongada discusión con sus representantes. Y, también por eso, se expone a trocar su victoria en derrota, pues si no aceptan la respuesta y pactan reabrir la Universidad, los autores de esa salida venturosa serán quienes participen en el plebiscito del 20 de enero próximo, y no quienes iniciaron la huelga nueve meses atrás.

El 22 de diciembre se interrumpió la serie de reuniones entre las comisiones del CGH y la Rectoría. El motivo aducido por los representantes del doctor Juan Ramón de la Fuente era valedero: no aceptar la participación de delegados de establecimientos ajenos a la UNAM, como la Prepa Popular Tacuba y el Cleta. Como en varios momentos anteriores, el diferendo procedimental -la acreditación de las partes, en este caso- se convirtió en tema sustantivo. Y durante la última semana del año pasado y la primera del que está entrando prevaleció el silencio. Pero no la inactividad. El rector continuó las reuniones con alumnos y personal académico opuestos o ajenos a la huelga. Y los huelguistas, expuestos a un nuevo intento de concluirla parcialmente, en el CCH-Naucalpan, cedieron ante la autoridad: los representantes objetados se ausentarían de las reuniones. Creyeron posible, con ese paso, volver a donde estaban el 22 de diciembre. Pero se equivocaron.

Desde el día primero de ese mes, a partir de una "propuesta para avanzar" presentada por el rector De la Fuente, se habían hecho progresos. Se acordó, aunque fuera obvio, que el diálogo es la única vía para la solución del conflicto; que versaría sobre los seis puntos; las sesiones se transmitirían por Radio UNAM y serían grabadas por TV UNAM; y el CGH sería el único interlocutor de las autoridades para la solución...

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