Plaza Pública / México bárbaro

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

De las profundidades del tiempo brotó, dos veces en una semana, la expresión México bárbaro. Sonó suavemente, la primera vez, el jueves 10 de noviembre, en un acto académico, la presentación del libro de Eugenia Meyer sobre John Kenneth Turner, autor del libro titulado Barbarous Mexico. Y estalló la segunda vez, justo siete días más tarde, al hacer explosión dos petardos en sendas sucursales bancarias en municipios mexiquenses conurbados a la Ciudad de México. Los autores de los atentados, que sólo causaron leves daños materiales, se presentaron a sí mismos como miembros de un Comando Revolucionario del Trabajo México Bárbaro.

Turner, "periodista de México" como lo llama la doctora Meyer en el flamante libro en que reúne medio centenar de su artículos, precedido de un esclarecedor estudio biográfico del autor, viajó a nuestro país en repetidas ocasiones y en 1909 publicó en forma de reportajes que a la postre fueron censurados, la primera parte de la obra que apareció dos años más tarde, en 1911, y sólo fue traducida al español casi medio siglo después, en 1955. El título resumió las condiciones de explotación y autoritarismo que prevalecían en el país regido por Porfirio Díaz. Según lo reconocería en su destierro Limantour (oportunamente recordado durante la presentación del libro sobre Turner por el doctor Friedrich Katz), México bárbaro contribuyó decisivamente a desprestigiar en Estados Unidos al régimen de Díaz, que era feroz y primitivo y no el promotor de la prosperidad que allá la prensa venal había pintado.

Crítico de la militarización de la frontera con México, Turner reprochó al presidente Taft su apoyo a Díaz, destinado a "mantener una esclavitud más cruel que la que existió en nuestros estados del sur", y a "apoyar a una tiranía política cien veces más injusta que aquella contra la que lucharon nuestros hombres del 76".

En el comunicado en que los petardistas reivindicaron los ataques, evocan la memoria de "Ricardo Flores Magón, revolucionario mexicano asesinado por el imperialismo norteamericano el 20 de noviembre de 1922, en la penitenciaría federal de Leavenworth, en Kansas, EU". Aunque tardíamente, los gobiernos revolucionarios mexicanos admitieron en su santoral al fundador del Partido Liberal Mexicano (lleva su nombre la avenida donde tiene su domicilio el Congreso del Trabajo), desestimado en su tiempo, a causa de su anarquismo, por las corrientes que derribaron el antiguo régimen y promulgaron la Constitución del nuevo...

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