Porfirio Muñoz Ledo: 'La última... o la penúltima'

AutorMiguel de la Vega

Responsable de la Mesa de Estudios para la Reforma del Estado, Porfirio Muñoz Ledo aclara el propósito de la revisión integral de la Constitución que propuso el presidente Vicente Fox: acabar con el pacto de simulación, mediante el cual una cosa es lo que dice la ley y otra, muy distinta, lo que se lleva a la práctica.

¿Qué se debe revisar de la Constitución? "Prácticamente todo", exclama Muñoz Ledo, pero aclara de inmediato: "Lo único que no se debe modificar son los principios políticos fundamentales de la Constitución". Y entre estos principios están el concepto de soberanía popular, el sistema representativo, la división de poderes, el sistema federal, las garantías individuales, la separación Estado-Iglesia, los derechos sociales, los derechos de la nación, el municipio libre y la no reelección del presidente de la República. "Lo que hay que establecer son las instituciones que lleven a cabo estos principios".

Constitución violentada

-¿Sirve o no la Constitución política de México?

-No, claro que no. Porque ha sido violentada. Ha tenido 400 reformas y alteraciones, mistificaciones y contradicciones...

-¿Cómo debe ser?

-Clara, concisa y normativa. Primero, debe tener una sistemática bien clara, por capítulos, que contengan la totalidad de los artículos. Por ejemplo, en México en el año 2001 no hay un capítulo de derechos humanos en la Constitución. Por otra parte, una Constitución debe tener un gran rigor por lo que hace al carácter normativo. Lo que no es el caso de México.

Por razones de la naturaleza del régimen político y de cierta literatura autoritaria, se divulgó la especie de que había una parte dogmática y una parte orgánica en la Constitución. Eso es una barbaridad. Una Constitución no puede ser un conjunto de dogmas. Una Constitución está fundada en principios, pero no contiene principios, contiene normas. Es una ley. La gran deformación del sistema constitucional mexicano es confundir el principio con la norma.

Aprendimos en la Facultad de Derecho la idea de que las normas de la Constitución eran paradigmáticas, es decir, que no se debían cumplir hoy, sino que se cumplieran algún día. Esto no puede ser aceptado. Una Constitución es una ley que debe contener normas de observancia obligatoria que son exigibles para gobernantes y gobernados.

Juegos de palabras

A Muñoz Ledo le preocupa que la propuesta de Vicente Fox se malinterprete. Insiste en que, de ninguna manera, la idea de hacer una nueva Constitución significa convocar a un Congreso Constituyente.

-¿Hasta dónde se puede ir en la búsqueda de una nueva Constitución?, ¿hasta el Constituyente?

-No. Hay una confusión. Confundir una nueva Constitución con un Congreso Constituyente es un error palmario. Muchos países han revisado sus constituciones a profundidad, sin necesidad de convocar un Constituyente. En los casos de las transiciones democráticas, que son unas 35 en los últimos 30 años, la mayor parte no ha hecho un Constituyente, sino que han revisado la Constitución. Ahora, cada país tiene su tradición y su situación política concreta. Por ejemplo, Venezuela hizo un Constituyente sin haber hecho una revolución.

-¿Y en México?

-La Comisión de Estudios para la Reforma del Estado decidió de modo prácticamente unánime que no habría que ir al Constituyente. Evitamos muchas polémicas innecesarias si procedemos por la vía del Constituyente...

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