PULSO ECONÓMICO / Estancamiento

AutorJonathan Heath

Poco tiempo después de las elecciones del año pasado, empezaron a aparecer notas con sesgo favorable en los medios extranjeros sobre México. La aprobación de la reforma laboral y la firma del Pacto por México ayudaron a enfocar la vista sobre las posibilidades de crecimiento del País mediante reformas estructurales en vez de los temas del sexenio pasado de violencia, falta de gobernabilidad y una democracia disfuncional. Al iniciar el sexenio aparecieron más y más, que fueron colocando a México por encima de Brasil y los BRICs como uno de los países con más futuro. Publicaciones de mucho prestigio, como The Financial Times, The Economist, The New York Times y varios más, no sólo escribieron artículos favorables, sino que en varias ocasiones hasta exageradas.

La economía mexicana tuvo una recuperación sólida de la gran recesión de 2008-2009. En los tres años subsecuentes crecimos a una tasa promedio de 4.3 por ciento, motivada por el crecimiento acelerado de las exportaciones no petroleras. En primera instancia, nos vimos favorecidos por los cambios estructurales en la industria automotriz en la región que hicieron que las exportaciones automotrices duplicaran el nivel que tenían hace diez años. Al mismo tiempo, empezamos a recuperar terreno que habíamos perdido con anterioridad ante China, ya que la brecha de los costos laborales unitarios entre ambos países se fue reduciendo. Finalmente, la depreciación del peso mexicano en 2008 y 2011 nos dio una ventaja competitiva significativa.

De una forma u otra, todo iba muy bien hasta mediados del año pasado. No obstante, a partir del tercer trimestre, la actividad económica empezó a desacelerarse. Después de crecer 4.7 por ciento en la primera mitad del año, el PIB aumentó sólo 3.2 por ciento en la segunda mitad. La pregunta que nos hacíamos al inicio del sexenio era si el fenómeno era simplemente pasajero o si nos enfrentábamos a algo más serio y duradero. Desde que empezamos a recibir noticias de los primeros meses del año, nos fuimos dando cuenta de que la desaceleración continuaba pero realmente sin percatarnos de qué tan serio era.

Ahora, este viernes, el Inegi nos informará cuánto fue el crecimiento del PIB del primer trimestre y se anticipan números muy malos. La expectativa de crecimiento para este periodo es de una tasa anual menor a 1 por ciento con la posibilidad de que sea más cercana a cero que al 1 por ciento. Pero ya sabemos que la interpretación de la tasa anual de este trimestre...

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