Rafael Segovia / Tres problemas, tres

AutorRafael Segovia

El señor Calderón parece estar satisfecho con la matanza que todos los días leemos en la prensa. Unos leen los deportes -principalmente el futbol-, otros prefieren las cotizaciones de la Bolsa y las crónicas de sociedades y todos se enteran de las matanzas que en principio los narcotraficantes organizan entre ellos para satisfacción del señor Calderón. Van más de mil 300 que han dejado la vida entre los distintos cárteles que se enfrentan por el mercado. No tenemos razón alguna para envidiar a Iraq: mismo armamento, misma capacidad para reorganizarse después de sangrías terribles en sus filas, lucha despiadada por mantener el control de un territorio, mismas declaraciones según las cuales vamos ganando. Es una guerra y son los mismos.

¿Cómo se puede soportar esta matanza? Lo primero que se necesita es reservar una parte del Ejército para uso exclusivo de los que mandan. Hay un cuerpo para recibir órdenes de Los Pinos e intervenir allá donde se les envíe con toda celeridad; después están las guardias presidenciales que no tienen más función que la de cuidar de su jefe.

No hay duda de que México está ya en la primera plana de toda la prensa nacional e internacional y en todas las pantallas de televisión por estos delitos de sangre; está por encima de todos los países latinoamericanos. Es un honor del que podíamos prescindir. Lo peor del caso es ver a este gobierno de tartamudos y analfabetos donde no hay uno que sepa hablar, silencio guardan ante las iniciativas del jefe. Sólo les preocupa el día a día de la política nacional, las columnas políticas y los spots televisivos. En resumidas cuentas, no les preocupa nada.

Al señor Calderón Hinojosa el porvenir cercano le angustia, y mucho. Tiene frente a sí tres hechos de los cuales no va a salir bien librado. Uno es el alza incontenible de precios, de la cual no sabe qué decir, su ministro de Hacienda, menos. Las cifras de las subidas habían provocado una reunión de emergencia del gobierno. Se dirigió a la nación por TV: debió haber dado las gracias a su ministro de Hacienda o haber cerrado tres o cuatro supermercados por abusivos; se ha quedado tan tranquilo, preguntándose cuánto va a durar esta carrera de precios y cuándo se conocerá de alza a los salarios. Parece no preocuparle sino mantener el valor del peso, sin advertir que los norteamericanos devalúan todos los días su dólar y mantienen el nivel de vida de su población. Aquí mantenemos el valor del peso y sujetamos cuanto se puede los...

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