Recobra la belleza de una infancia lejana

AutorMaricruz Jiménez

La evolución del trabajo coreográfico de Oriente, en muchos sentidos, sigue siendo un misterio para los espectadores occidentales. Una mezcla de antiguos ecos, modernidad y diversidad de culturas parecen confluir en los lenguajes escénicos que actualmente se generan en esa parte del mundo. En esa geografía se teje otra muy personal, nutrida esencialmente de dolor, evocación y paisaje. No es extraño que el coreógrafo japonés Hiroshi Koike, al fundar la compañía de danza Pappa Tarahumara, en 1982, decidiera partir de diversas tradiciones, conjugadas en su quehacer artístico.

De esa universalidad, renuente a limitarse por voluntad propia, la danza surge más allá de las palabras como suma del dominio depurado de las técnicas nace Pappa Tarahumara, compañía japonesa que llega al Distrito Federal. Después de una presentación en Guadalajara, y de dar un taller y funciones en Guanajuato, en el marco del 31 Festival Internacional Cervantino, la Ciudad de México albergará por vez primera la poética de Hiroshi Hoike, en la coreografía Ship in a View, durante tres únicas funciones en el Teatro Julio Castillo.

Koike ha dicho que su compañía se caracteriza por dar un sentido oriental al tiempo y al movimiento. Sin embargo, ésta no es su única cualidad, detrás de Pappa Tarahumara hay una "mística", pues tanto la música como el diseño de escena y la iluminación son creación de los integrantes de la compañía: son un todo que no debe mostrar ninguna fisura en escena. Esa unión crea una poética propia, la cual reflexiona, al establecer la visión nostálgica de un pasado, sobre las preguntas que impone una sociedad cada vez más compleja en el presente.

Son 12 bailarines acompañados de una escenografía -cuyo elemento esencial es le mástil de un barco- y un vestuario, donde se funde Oriente con Occidente. Mezcla que no responde al teatro No, tampoco a la danza Butoh, ni a ningún ritual mexicano; tampoco al jazz o a la técnica clásica, o a las letras sagradas y malditas de Antonin Artaud: Pappa Tarahumara es todo eso junto. Además se atreve a decir, en voz de su guía Hiroshi Koike: "al navegar por los hilos lejanos de la infancia, la imaginación amplía...

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