Reconocen rentabilidad
| Autor | Alejandra Yarto |
REFORMA/Nuevo León
MONTERREY.-En 1990, una tromba dejó más de 20 mil damnificados en la capital del estado de Chihuahua.
Con la finalidad de participar en las labores de reconstrucción, líderes empresariales solicitaron al Gobierno estatal la imposición de un gravamen adicional del 2 por ciento del Impuesto Sobre Nómina.
Los recursos obtenidos se manejaron a través de un fideicomiso y alcanzaron no sólo para lo planeado, sino también para otras obras asistenciales.
Hoy, 10 años después, Pablo Cuarón Galindo, vicepresidente de la Fundación del Empresariado Chihuahuense, resalta la importancia y conveniencia de continuar ejerciendo este tipo de acciones.
"Además de la función que tenemos como empresarios -producir riqueza, empleo, satisfactores-, tenemos esta gran oportunidad de generar un desarrollo social, que nos lleve a mantener el equilibrio", dice.
"Socialmente, la filantropía es una muy buena inversión, que reditúa en beneficio de todos", resume.
Pero la filantropía no sólo es rentable desde el punto de vista puramente social.
Y es que conforme la mercadotecnia ha ido adquiriendo un lugar de peso dentro de las corporaciones, las buenas obras se han convertido en una forma efectiva de promocionar a las empresas y sus productos.
Sin embargo, para lograr la máxima rentabilidad de este tipo de acciones se debe diseñar y seguir un proyecto de continuidad y permanencia, señalan los expertos en la materia.
"No es lo mismo una contribución aislada a que se elijan ciertas causas y se tengan criterios para seleccionar el tipo de apoyos que darán, tales como dinero en efectivo, talento, recursos en especie o préstamos", indica Felipe Cajiga Calderón, director de Responsabilidad Social Empresarial e Investigación del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
Amanda Azpiri, coordinadora de Fundación Azteca, apoya esta visión. Comenta que aunque la televisora siempre había participado en proyectos filantrópicos, se dieron cuenta de que una manera más clara para manejar bien los recursos y causar un impacto social que se notara consistía en hacerlo ellos mismos. Por eso crearon una fundación.
De acuerdo a una investigación realizada por el Cemefi en conjunto con el Tecnológico de Monterrey, el 90 por ciento de las medianas y grandes empresas da apoyos, pero como lo hacen de manera desarticulada no ganan en proyección y algunas veces ni siquiera saben cómo vincularlo a su estrategia de negocio.
Al participar en programas de apoyo social, afirma...
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