Los recuerdos de Cuba
| Autor | Yolanda Martínez |
REFORMA / Especial
LA HABANA.- Pronto se cumplirán 40 años de la fecha más peligrosa para la paz mundial, cuando poco faltó para que se desencadenara la tercera Guerra Mundial y la primera termonuclear. Una catástrofe sin precedentes en la historia, en la que el pueblo de Cuba hubiera sido el primero en desaparecer. Pero ¿qué recuerdos quedan en la Cuba actual de la Crisis de Octubre o Crisis de los Misiles? Rubén Rodríguez, conocido como "El Chino", es un parqueador habanero con muchas horas de calle. Tenía 21 años en 1962 y se ríe cuando escucha la pregunta. "¿Qué recuerdo de aquellos días? La pasión, muchacha, sobre todo la pasión con la que vivíamos. Después, todo lo demás. Como si lo estuviera viendo: las noticias de la guerra inminente, los sacos terreros en los jardines del Hotel Nacional, los grupos de milicianos armados, las consignas, las siluetas oscuras de los barcos recortadas en el mar, las baterías antiaéreas a lo largo del Malecón...".
A Rubén los ojos se le hacen dos rayas y parece aún más chino cuando se pone a recordar mirando al horizonte. "Desde el Malecón se veían ahí mismo los portaaviones gigantescos, los cruceros, los destructores, una retahíla de barcos que se movían lentos, como los tiburones".
Un día, con unos prismáticos militares, Rubén y su novia alcanzaron a leer las letras que llevaban al costado los barcos de guerra: US NAVY. "Eran imponentes, pero nuestro patriotismo era mayor. No recuerdo haber sentido miedo ni haberlo visto. Y como los tiburones no nos comieron y la cosa se calmó, a nuestra primera hija la llamamos Yusneivy, pa'celebral".
El embargo impuesto por Washington a la joven y orgullosa Revolución cubana, que lideraba el entonces Primer Ministro Fidel Castro, empujó al Gobierno de la isla hacia los brazos abiertos de Nikita Kruschev, quien garantizaba, en nombre de la URSS, un generoso mercado, los recursos económicos que le faltaban a Cuba, asesores militares y todo un arsenal.
Durante los primeros años de la Revolución, la Unión Soviética se convirtió en el paraíso aliado para los cubanos. De Moscú llegaban las armas para defenderse de las agresiones de EU, los técnicos para mantener la industria, los tractores para el campo y 13 millones de toneladas anuales de petróleo.
"Fidel Castro dobló por la izquierda el programa original de una revolución que iba a ser verde como las palmas y, en abril de 1961, proclamó el carácter socialista del Gobierno revolucionario". Así lo cuenta Andrés García, quien a sus 67 años, oficial jubilado de la marina mercante, aún trabaja de taxista y peluquero a domicilio, casi legal.
"Si Nikita convencía a Fidel de establecer una base de operaciones militares y de...
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