Reivindica Glantz a la Malinche

AutorSilvia Isabel Gámez

Margo Glantz reivindica la excepcionalidad de la Malinche. Entregada como botín de guerra a Hernán Cortés, se convirtió en la lengua, la traductora entre dos culturas. Una figura histórica sobre la que aún se discute si ayudó al conquistador por amor o para vengarse de los mexicas.

"No me inclino por ninguna interpretación porque ambas son posibles. Pienso que la primera es un poco de telenovela y la segunda también", afirma Glantz. "No podemos interpretar sus motivos".

La razón es que no dejó testimonios, y de acuerdo con investigadores como Georges Baudot, es "muy poco" lo que comunican los testigos de su vida.

La Malinche fue amada por los españoles y también por los tlaxcaltecas, que le dieron un estatus divino. Con la Independencia se volvió la traidora y en 1950, en El laberinto de la soledad de Octavio Paz, surgió como la Chingada, la madre violada.

"Paz dejó una impronta muy fuerte sobre la interpretación de la Malinche", señala la académica, "y como era también un cacique, a mí me parece que era como Huitzilopochtli, que todo el mundo se le ofrendaba, era difícil ir en contra de sus ideas".

En 1992, Glantz coordinó un coloquio sobre la Malinche en la UNAM. Publicado por Taurus en 2001, ahora se reedita. La Malinche, sus padres y sus hijos incluye textos de autores como Pilar Gonzalbo, Mercedes de la Garza, Roger Bartra, Georges Baudot, los fallecidos Carlos Monsiváis y Bolívar Echeverría, y la propia Glantz. Y agrega en esta edición a Alfredo Nava Sánchez.

La escritora estudió a la Malinche histórica en documentos como el Lienzo de Tlaxcala, donde su figura adquiere mayor...

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