Resucita la Iglesia a sus tribunales

AutorEsteban Israel

MURAL / Especial

ROMA.- Presionado para limpiar las iglesias de curas pedófilos, El Vaticano decidió resucitar los tribunales eclesiásticos, esas Cortes todopoderosas que, siglos atrás, impartían la "justicia divina" a sangre y fuego y hoy -en cambio- se limitan a anular matrimonios.

Aunque los delitos sexuales competen a la justicia civil, cuando el acusado lleva sotana el derecho canónico tiende a interpretar el crimen como un problema de familia que, según un Monseñor latinoamericano salido de las entrañas de El Vaticano, la Iglesia debe solucionar "sin involucrar a los vecinos".

Dicho concepto quedó claro cuando el Papa Juan Pablo II ordenó recientemente desempolvar los tribunales eclesiásticos y utilizarlos para juzgar en secreto a los pecadores.

En la práctica, eso quiere decir que el tribunal de la Diócesis de Brooklyn, que anuló el primer matrimonio del cantante español Julio Iglesias, serviría también para procesar centenares de denuncias de abusos de menores, las cuales han socavado a últimas fechas la imagen de la Iglesia católica.

Otra inquisición

Un tribunal eclesiástico es el instrumento mediante el cual la Iglesia resuelve asuntos internos. El más famoso fue la Santa Inquisición, la corte que durante la Edad Media y el Renacimiento impuso, con métodos inhumanos, la fe católica, humillando a científicos como Galileo Galilei y quemando a enemigos en la misma hoguera que a brujas y herejes.

Hoy, la autoridad judicial de la curia se limita a tres áreas: controversias espirituales, violación de las leyes eclesiásticas y asuntos administrativos.

Como sucede en la justicia civil, las Cortes religiosas deben determinar culpas e imponer castigos. La pena máxima es la excomunión, es decir, la expulsión de la curia. En los hechos, los tribunales eclesiásticos se dedican, casi en exclusiva, a anular matrimonios de creyentes que quieren volverse a casar de blanco frente a los ojos de Dios.

"En apariencia, tienen una competencia muy vasta; pero, en los hechos, pocos recurren a ellos porque carecen de valor civil", explica el profesor de derecho canónico de la Universidad Roma 3, Carlo Cardía.

"Hablar de utilizar cortes eclesiásticas para juzgar a los religiosos pedófilos le permite a la Iglesia mostrar su sensibilidad frente al desastre", agrega.

A comienzos de este año, cuando parecía inevitable que el temporal de escándalos sexuales desatado en Estados Unidos salpicaría al resto del mundo católico, la cúpula asentada en El Vaticano dijo...

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