Entre ruinas y espinas

AutorIvett Rangel

Fotos: Jorge Delgado

Enviados

SAN LUIS DE LA PAZ, Guanajuato.- Abandonado, saqueado, derruido y olvidado... Mineral de Pozos, Pueblo Mágico desde febrero, parece decidido a recuperar su esplendor, el mismo que se desvaneció en su árido entorno.

Durante cuatro siglos, del 16 al 20, esta localidad ubicada al noreste de Guanajuato fue sinónimo de opulencia y prosperidad debido a la riqueza mineral del suelo; el pueblo llegó a tener 70 mil habitantes. Pero, tras el cierre de la última mina, en 1955, Pozos (como le llaman los locales) se transformó en un pueblo fantasma de apenas 200 personas.

"Al acabarse la única fuente de ingresos, Pozos se vació. Aquí no hay agua, entonces no se podía trabajar el campo, tampoco criar ganado. Casi todos se fueron", dice Marco Sánchez, guía de turistas de la población.

"El tiempo sí destruyó el pueblo, pero lo dejaron peor los saqueos; se robaron puertas, ventanas y hasta balcones".

Ahora, este Tesoro Histórico Nacional (considerado así desde

1982) resurge de entre los restos que han logrado mantenerse

en pie, entre ellos los de las haciendas mineras, especialmente atractivas las de Santa Brígida, El Triángulo y Cinco Señores; la Escuela Modelo y el almacén de Fábricas de Francia.

"Queremos preservar esas estructuras, no renovarlas. Que queden como recuerdo de esa época de bonanza", comenta Marco.

El paseo comienza en la Hacienda de Santa Brígida, donde se hallan tres estructuras piramidales que hoy sirven de ícono al pueblo: los Hornos Jesuitas, tres chimeneas rodeadas de nopaleras y otras cactáceas, así como de numerosos hormigueros. Para tomar la mejor imagen, más vale cuidar dónde se pisa. Además, en este lugar hay decenas de tiros de minas que pueden conducir hasta 200 metros bajo tierra.

También hay un túnel de ventilación, éste sí conservado. Al caminar en su interior parece no tener fin, ya que los arcos intercalados, en un juego de luz y sombra, crean un efecto de infinito.

Para seguir recreando los tiempos de fortuna, se debe visitar también la Hacienda Cinco Señores, donde se puede subir y bajar por escaleras desvencijadas y caminar por debajo de enormes arcos.

"De 27 haciendas que había en Pozos, ésta era la única que contaba con hospital propio", dice el guía.

AL CORAZÓN DE POZOS

La Plaza Zaragoza es el zócalo del pueblo, pero es en el Jardín Juárez, tres calles más adelante, donde convergen propios y extraños. El verdor de los prados y la sombra que obsequian los árboles provocan que todos deseen...

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