Ruta al centro del pasado

AutorAnaline Cedillo

En México, el latido del pasado colonial se escucha con fuerza.

Conventos, misiones, catedrales, acueductos y casonas, que resguardan siglos de historia, son buenos pretextos para entregarse al camino.

Y motivos sobran en Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Morelia, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.

Estos siete estados fueron seleccionados por la Secretaría de Turismo para integrar el programa Tesoros Coloniales, a principios de los años 90.

Con la reestructuración del la Secretaría, el año pasado, esta marca turística entró en una fase de renovación (se está considerando añadir a Jalisco, Puebla y el DF); mientras tanto, la propuesta es visitar cuatro de estos siete destinos originalmente catalogados como "tesoros".

Armamos una ruta con aquellos que están al centro del país. Incluye alternativas de lujo para descansar, opciones para conocer cerca de las capitales, los restaurantes clásicos y algunos nuevos imprescindibles. Contamos con la ayuda de Felgueres Travel Group para seleccionar lo mejor.

QUERÉTARO

De casonas y leyendas

El afán de presumir la fachada más hermosa de Querétaro -y de paso su poder económico- enfrascó a Tomás López de Ecala y a su vecino, Domingo Fernández de Iglesias, en una competencia arquitectónica que requirió la intervención de las autoridades, a mediados del siglo 18.

Ecala apostó por el barroco, con detalles tallados a mano en cantera gris. Fernández prefirió la nueva corriente, el neoclásico.

Tras, literalmente, hacer y deshacer, finalmente la Casa de Ecala fue seleccionada por un jurado como la más bella, condenando a su vecina a mantener cerrado su balcón principal para siempre, cuenta Saraí Zamorano, guía certificada de la Secretaría de Turismo de Querétaro.

Ambas construcciones sobreviven en el Centro Histórico, justo en la Plaza de Armas, la principal de esta ciudad, fundada en 1531. Actualmente la Casa de Ecala es sede de las oficinas del DIF estatal y detrás de la fachada "perdedora" está el Tribunal Superior de Justicia.

Basta caminar tres cuadras para encontrar otro ícono queretano, la Casa de la Marquesa, edificada en 1756 y ahora convertida en un hotel boutique de lujo.

Su historia se relaciona con Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marqués de la Villa del Villar del Águila, quien acompañó a la ciudad a un grupo de seis monjas capuchinas dispuestas a cuidar a los enfermos que dejó la contaminación del río.

"Cuenta la leyenda que el marqués terminó enamorándose de una de esas monjas y que ella le pidió que le trajera agua limpia y que le regalara la casa más bonita en Querétaro", narra la guía.

Así es como se proyecta el Acueducto, una de las obras de ingeniería virreinal más icónicas de la ciudad, y que se construye esta casona que en realidad sería habitada por la esposa del marqués, doña Josefa Paula Guerrero.

Remata el paseo echando un vistazo al Templo de Santa Clara, un cuya sobria fachada resguarda un altar neoclásico y retablos laminados en hoja de oro de 24 quilates.

De ida y vuelta

Las Misiones

De Querétaro a Jalpan de Serra, toma la federal 45 y posteriormente la carretera 57. Sigue hasta la carretera 120 San Juan del Río-Jalpan.

- A unas tres horas y media en auto desde la capital queretana, Jalpan de Serra es el punto base para recorrer las cinco misiones franciscanas enclavadas en la Sierra Gorda de Querétaro, a donde el español fray Junípero Serra llegó para evangelizar.

- Son de estilo barroco mestizo...

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