Sed

AutorDaniela Rea Gomez

Simón mira sorprendido la fotografía impresa en su libro de texto: una pequeña comunidad en Kuwait, donde la tierra y hasta los rostros de las personas están agrietadas, de tanto esperar la lluvia.

El niño, de 11 años, no imagina que desde su casa ubicada en la Sierra de Santa Catarina, en Iztapalapa, comparte algo con esos habitantes del país más árido del planeta: sobrevivir con 27 litros de líquido al día.

El agua está al límite. Desde 1950 se ha triplicado el consumo mundial y 2 mil 500 millones de personas no tienen acceso a ella en sus hogares. El 40 por ciento de la superficie terrestre es árida y en la última década 280 mil personas murieron a causa de sequías, según la Organización Mundial de la Salud.

En el país el escenario es devastador: en las últimas cinco décadas se ha perdido un 73 por ciento de disponibilidad.

Mientras 10 millones de mexicanos carecen del suministro en sus hogares, cada segundo se desperdicia en las fugas del Distrito Federal el líquido suficiente para satisfacer dos veces el consumo de la ciudad de León, Guanajuato.

La escasez y la precaria distribución tienen en jaque a la humanidad y no hay recursos para llevarla a cada rincón.

Los gobiernos del mundo le apuestan a abrir a la iniciativa privada la inversión para administrar los servicios del agua. Por su parte, los organismos no gubernamentales acusan de verla como una mercancía, vendible al mejor postor.

El debate viene desde 1980, el consenso aún no llega y las víctimas humanas por el agua siguen aumentando: 5 millones de personas mueren al año por enfermedades relacionadas con el líquido, 10 veces más que las víctimas de guerra, señala el informe de la OMS 2002.

El mundo tiene sed. Los gobiernos y organismos internacionales advierten la posibilidad de guerras por los recursos hídricos y urgen a la discusión.

En este contexto, la Ciudad de México será sede del Cuarto Foro Mundial del Agua, a celebrarse del 16 al 22 de marzo, cuyos principales convocantes son el Consejo Mundial del Agua y la Comisión Nacional del Agua.

En la mesa se debatirán las políticas públicas sobre el derecho de acceso al vital líquido, el financiamiento de la infraestructura y la descentralización de los servicios.

A la par del encuentro oficial, organismos no gubernamentales se manifestarán en contra del foro y las políticas privatizadoras del recurso hídrico.

Se acaba

En la Sierra de Santa Catarina, en el Distrito Federal, viven 500 mil de los 10 millones de mexicanos que, según la Sedesol, todavía no tienen agua potable en sus casas, esos con quienes el gobierno de Vicente Fox quedó en deuda, cuando prometió reducir a 8 millones el número de mexicanos sin acceso al líquido.

Los 21 millones de habitantes del Valle de México disponen de menos de mil metros cúbicos anuales por persona, rango "extremadamente bajo" según la clasificación de la UNESCO. La sed de la región es innegable.

Le siguen el Bajío y el norte del país, cuya disponibilidad es de entre los mil y 5 mil metros cúbicos anuales, rango "bajo" y "muy bajo", califica el organismo internacional.

Los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Sinaloa y Oaxaca tienen disponibilidad "media" de 5 mil a 10 mil metros cúbicos por persona anuales. Tabasco, Veracruz, Chiapas y el norte de Oaxaca son las entidades con mayor acceso al líquido, con más de 10 mil metros cúbicos.

Del total disponible en el territorio, el 76 por ciento se utiliza para regar los campos de cultivo, el 14 por ciento va a los hogares y el resto a la industria, según las "Estadísticas del Agua en México", publicado por la CNA en el 2005.

La deficiente calidad de los sistemas de riego, hasta con 40 años de antigüedad, provoca un desperdicio de la mitad del agua utilizada. El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) hace cálculos fulminantes: si se recuperara el 40 por ciento de ese derroche, se abastecería al total de los hogares mexicanos, donde las fugas son del 36 por ciento.

Anualmente cada mexicano tiene acceso a 547 metros cúbicos de agua en promedio, pero la falta de infraestructura provoca...

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