Al servicio del paciente durante Noche Buena
| Autor | Georgina Montalvo |
El buen ánimo que predomina en las celebraciones de fin de año es capaz de invadir incluso lugares donde la angustia y el estrés habitan de manera permanente.
Así lo cree Rafael Rodríguez Cabrera, director del Hospital de Traumatología Magdalena de las Salinas, del IMSS, quien varios años estuvo de "guardia" en días como el 24 o el 31 de diciembre.
Mientras millones de familias cenan el pavo de Navidad o comen las uvas de Año Nuevo, miles de médicos y enfermeras siguen trabajando para, en áreas como la de traumatología, atender a quienes llegan al hospital con fracturas, quemaduras o lesiones más graves producto de riñas o accidentes automovilísticos.
"Es muy pesado, pero se trabaja bien porque casi todos están de buen ánimo, se convierten en días de camaradería", comenta el traumatólogo del IMSS.
Aunque a algunos les parezca increíble, esa ha sido la experiencia de este médico, que en sus años de residencia, y después como especialista, tuvo que trabajar uno de esos dos días festivos.
"No es tan pesado porque el personal médico se organiza de manera que unos trabajen la noche del 24 de diciembre, y otros la del 31. Lo sabe uno de antemano, a veces se planea desde principio, o a mitad de año", explica el especialista.
Pero aun así, reconoce, existen quienes lo hacen de mala gana.
La guardia
Esas noches, si el personal médico desborda buen humor, los pacientes también tienen este ánimo, asegura Rodríguez Cabrera.
"Cuando la integración del personal es buena y el espacio está ambientado con adornos navideños, he visto que los pacientes se sienten bien".
Además, llega un momento en que la carga de trabajo es menos intensa y el humor mejora.
"Entre las 11 de la noche y 3 de la madrugada la llegada de los pacientes disminuye, aunque después, cuando las familias van de regreso a casa, hay muchos accidentes y vienen más", señala el especialista.
Tantos, que las camas disponibles llegan a ser insuficientes.
¿Y la familia?
El médico de 43 años cuenta que su esposa y cuatro hijas ya están habituadas a esta dinámica.
"Los primeros años fue difícil porque las guardias les tocan casi siempre a los médicos jóvenes, y es común que tengan familias recién...
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