Sierra en penumbras (III)
| Autor | Daniel de la Fuente |
Enviado
CREEL.- El sacerdote Javier Ávila arriba aprisa a una reunión con pobladores en la presidencia seccional de Creel, poblado situado en Bocoyna, municipio a tres horas de la capital de Chihuahua.
El jesuita, quien también como presidente de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (Cosyddhac) recibe quejas sobre asaltos, secuestros y batallas, ha enviado cartas al Gobernador César Duarte solicitándole su visita a Creel, sede de la que podría ser la primera masacre del narco contra población abierta en el país, dentro de la guerra entre el Gobierno federal y la delincuencia organizada.
Esta masacre impune, que sucedió un día como hoy hace cinco años, arrojó 13 muertos, incluido un bebé de 1 año, y atrajo la atención hacia la Sierra Tarahumara, ensombrecida como plaza de choque y botín de los cárteles de Juárez y de Sinaloa.
"Las muertes en la sierra son esporádicas", mandó decir una vez el Gobernador y, en otra, afirmó que Bocoyna era uno de los municipios más seguros. Nunca, sin embargo, ha respondido a la invitación de Creel este mandatario de quien se dice celebra grandes fiestas en la Casa de Gobierno y públicamente ha pedido perdón a Dios "por lo sucedido en el pasado de Chihuahua".
"Pato", como le dicen al sacerdote, relata en esta tarde de lluvia con los pobladores de Creel lo sucedido en una reunión que sostuvo en días pasados en la Presidencia de Bocoyna y que se realizó por una carta más en la que se solicitaba la visita del Gobernador y del Fiscal, así le llaman al Procurador.
Ávila cuenta que en esa reunión lamentó que ésta se realizara en Bocoyna y no en Creel; con 14 funcionarios, no con Duarte, y con un miembro de la sociedad, él, no con la gente de Creel.
Aquella junta, dice, derivó en que, tras escuchar al cura hablar de temor y asaltos, los funcionarios enfatizaron que la Policía estatal "es de las mejores" y que los índices delincuenciales "han bajado". O sea, nada para Creel.
Con los vecinos, Ávila propone discutir qué pasos seguir para lograr una atención integral a la zona, asolada por robos, retenes delincuenciales, sobre todo en la Carretera Cuauhtémoc-Creel, y crímenes. El cura propone enviar una nueva carta, pero algunos opinan que ya hay que emprender acciones más notorias.
Los vecinos proponen una siguiente junta para trazar medidas y el jesuita sale raudo a su oficina. Por la mañana, miraba en su computadora noticias macabras de la Sierra Tarahumara. Las usuales.
"Dice un poema de Miguel...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba