Sugerencias del gourmet / Una buena idea

AutorG.L. Othón

Una bocadería, concepto que emerge de las ideas ultramarinas españolas, era una exigencia en la colonia Roma. En este espacio citadino es posible el bullicio que nace con el inicio de la tarde, cuando los habitantes de estas geografías urbanas se dan cita para comer algo ligero, tomar una copa de vino, un té o un café. La costumbre lleva décadas pero ahora se nota el gusto cosmopolita, que se respira en pocos lugares del Distrito Federal.

Podría decirse que incluso aquí se siente algo que parece perdido: ese gusto por la charla. Por lo pronto, uno de los sitios que ha convertido una idea en un hecho atractivo es Barra Criolla. Pequeño al extremo, este restaurante en miniatura, tiene la expresión de lo cotidiano, de lo que se hace familiar y que se disfruta en esos términos. Es una bocadería que nos remite a los días en Madrid o en Barcelona, o en la mayoría de los sitios de la exquisita España.

Desde luego que una bocadería propone una comida informal, compuesta por raciones pequeñas de diferentes platillos. La carta es amplia y plena de sugerencias. Para empezar de manera ortodoxa: un orden de Tortilla de papas ($40.00) que se sirve con jitomate fresco y pan tostado. Sin duda: buena. Después un viaje meteórico desde la vieja Europa hasta Ensenada, con todo y sus toques orientales: Tostada de wong tong y atún ahumado ($45.00). Una probada apenas de esta preparación que deriva de las expresiones gastronómicas de Baja California y de los esfuerzos del chef de Barra Criolla, que le agrega mayonesa preparada, germinado de trigo y hoja de cilantro. También, está más que aceptable.

De los vinos se pide uno nacional Cruz ($540.00). Tinto artesanal creado por Cruz Macías, discípulo de Hugo D'Acosta, que mezcló Cabernet Sauvignon en un 60 por ciento; Petite Sirah y Merlot, éstas en una proporción de 20 por ciento cada una. El resultado es un caldo que no está filtrado y estabilizado de tal modo que conserve el carácter de la tierra en la que fue producido, que es San Antonio de las Minas. Inicio por demás prometedor de este productor que sigue las reglas del "nuevo vino", que busca la pureza exenta de todo aquello que deforme su sabor.

Una Ensalada excelente es la de pera ($55.00), con arúgula, nuez con caramelo o "garapiñada", tocino, vinagre de sidra, espinaca, queso ricota, emulsión de miel y aceite de oliva. Un conjunto de sabores que termina por integrarse de forma armónica para convertirse en una suculencia. Con apetito se comen los calamares...

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