Mexicar/ La tea del odio

AutorEnrique Canales

En la Conferencia Mundial contra el Racismo, de Durban, Sudáfrica, todo pareciera que se pretende mantener prendida la llama del odio racial. Allá están provocando la enfermedad que pretenden curar. En vez de atacar exclusivamente el racismo presente con casos concretos y comprobables que todavía existen, realizan juicios históricos vengativos. Cometen el oximorón de "institucionalizar el racismo para acabar con él".

El oximorón es la figura del lenguaje que trata de unir los contrarios, lo cual no es malo si se logra una nueva síntesis. Por ejemplo, el PRI ha tratado en vano de unir "lo revolucionario con lo institucional" y el oximorón les salió con virtudes corruptas. ¿Beatriz Paredes podrá resolver ese oximorón histórico?

En esa cumbre han acusado en falso. Por ejemplo, calificaron a la nueva Ley de Derechos y Cultura Indígena como racista, discriminatoria y excluyente, cuando la verdad es que la nueva ley precisamente evita el racismo contra los indígenas, evita la discriminación e incluye a los indígenas en el desarrollo nacional. Pero el foro de las ONG de Durban se dejó llevar por las calumnias de Rodolfo Stavenhagen, relator especial de la ONU, quien pretende mantener a los indígenas discriminados en unas comunidades y excluidos de la diversa sociedad.

A Rigoberta Menchú le preocupa más la autonomía de las "comunidades" indígenas que la autonomía y los derechos de las mujeres indígenas atrapadas en dichas comunidades. La pobrecita de Rigoberta cae en la falacia llamada de "composición", pensando que si se libera el todo se liberan las partes, lo cual no es cierto. Cuba está liberada y los cubanos no. Los territorios zapatistas están liberados, pero las mujeres indígenas que ahí viven están atrapadas.

La ONU parece un gran motel, en donde en un salón realizan la cumbre del Racismo, la cual contradice lo que en otro salón dicen en la cumbre de los Derechos Humanos, que defendería los derechos de los indígenas sobre su comunidad. A su vez en otro salón del motel de la ONU hablan de los Derechos de la Mujer sin que nadie defienda a la mujer indígena. El resultado es que mientras los vividores de las tragedias asisten a congresos, la pobre mujer indígena sigue postrada, sin poder estudiar, votar, tener la escritura de su casa ni decidir su futuro.

Fidel Castro en dicha cumbre alentó el odio contra los gringos cuando dijo: "Tras una emancipación formal de la esclavitud, los afroamericanos fueron sujetos durante 100 años más a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR