Tradición de familia

AutorHéctor Rendón/Enviado

GUALUPITA.- Este municipio de 9 mil habitantes, enclavado al sur del Estado de México, obtiene en la época de invierno su mejor cosecha.

Pero no es del campo donde levantan sus ganancias, sino en sus pequeños talleres textiles. Y es que el 40 por ciento de las familias se dedica a esta actividad artesanal, desde hace más de un siglo.

Durante la presente temporada invernal la demanda de abrigos, cobijas y colchas se incrementó 100 por ciento, estiman los pequeños fabricantes del poblado.

Los fines de semana, el centro de la ciudad y sus calles aledañas se convierten en un mercado de ropa. Por medio de lazos, que cruzan de un lado a otro de las calles y de improvisadas estructuras metálicas, cuelgan suéteres, jorongos, chales, cobijas, cobertores, tapetes, colchas y chamarras.

Aquí se pueden comprar prendas a precios accesibles. Por ejemplo, un suéter 100 por ciento lana se consigue hasta en 120 pesos.

Las cobijas, por ejemplo, suelen ser todavía más baratas que en Chiconcuac, un municipio aledaño que se distingue por una elevada fabricación de cobertores.

La tradición artesanal de textiles es familiar, pues los talleres son herencia de padres y abuelos. Su trabajo lo realizan con telares de madera de pedal, armados rústicamente. Son parecidos a las máquinas industriales de finales del siglo pasado, aunque con menos capacidad y velocidad.

Alejo Pompilio Sedano López, quien tiene su tienda en la calle principal, a unos...

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