Trastoca los sentidos

AutorFlorencia Podestá

OAXACA.- Por su diversidad de etnias, artes populares, herencias culinarias, expresiones artísticas y bellezas naturales y arquitectónicas, la ciudad de Oaxaca siempre ha sido atractiva para viajeros de todo el mundo.

Es cierto que durante 2006, este destino pasó por una profunda crisis político-social que alejó a los turistas menos aventureros. Pero también lo es que esa situación tuvo una contracara inesperada que condujo a un devenir muy interesante.

Como en muchas rebeliones urbanas históricas, el arte salió de los museos y tomó las calles. Todo ello en manos de jóvenes artistas que hasta ese momento habían estado opacados por los grandes pintores oaxaqueños.

Además, el clima de creatividad revolucionaria y la explosión del arte contemporáneo con contenido social atrajo a otros artistas de muchas partes de México y el mundo.

Así, en poco tiempo, la ciudad se convirtió en un centro emergente y generador de arte contemporáneo, como lo fue hace un tiempo Tijuana, convocando la atención de diversos curadores y creadores locales e internacionales.

Arte contemporáneo

La Curtiduría, ubicada en el número 307 de la calle 5 de Mayo, nació con el mismo impulso que generó el potente movimiento callejero y social durante 2006, y ha sido punta de lanza del arte contemporáneo en este destino.

Su director, Demián Flores, es un joven artista originario de Juchitán, Oaxaca, y uno de los impulsores de la vanguardia artística oaxaqueña. Su obra, lo mismo se expone en México que en, Brasil, Colombia, Austria, Polonia, Los Ángeles, Ámsterdam, Berlín, París, Londres y La Havana.

"La Curtiduría" es un espacio cultural independiente y autosuficiente que busca ser un centro para el diálogo y la producción artística contemporánea de Oaxaca", sostiene.

El sitio está en el Barrio de Jalatlaco. Durante décadas olvidado, hoy es escenario de la movida oaxaqueña. Desde hace unos años, algunos artistas rescataron casonas y antiguos edificios. Actualmente por las callecitas empedradas, el viajero encuentra desde restaurantes exóticos, galerías de arte y hotelitos coloniales, hasta esta curtiduría de 300 metros cuadrados.

Allí acontecen performances, fiestas, exhibiciones e instalaciones de arte contemporáneo. También funciona como residencia para artistas nativos o extranjeros, y como ámbito para trabajar, impartir talleres y desarrollar proyectos en las áreas de pintura, sténcil, arte objeto, ensamblaje, performance, video e instalación, entre otras.

La Curtiduría catalizó a un movimiento de artistas jóvenes que tenían otras cosas que expresar, en una relación muy directa con el acontecer histórico y social de la ciudad.

De esta semilla surgieron otros árboles que comparten esta visión de rescatar el arte en su aspecto de vehículo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR