Vislumbran jóvenes un futuro difícil
| Autor | Patricia López |
En México existen resistencias académicas y laborales a nuevas formas de pensar y de hacer ciencia que influyen para que no haya cambios en el País, consideran cuatro jóvenes científicos que coinciden en su perspectiva de un mercado laboral incierto para las nuevas generaciones de académicos y en la falta de una política educativa y científica sólida que impulse la investigación como pibote de desarrollo nacional.
Con un máximo de 30 años y nacidos en la Ciudad de México, Veracruz y Nuevo León, ellos eligieron la investigación como proyecto de vida. Apuestan por resolver problemas nacionales con métodos sustentables, por crear tecnología propia, generar nuevo conocimiento en áreas básicas como las neurociencias y por fomentar la competencia del País en el mercado mundial con productos de valor agregado.
Aseguran que el hacer ciencia en México permite generar tecnología propia y abordar problemas únicos de nuestro país, además del impacto en la educación y la formación de las nuevas generaciones. Hacer investigación científica cultiva una forma de pensar inquisitiva, crítica y analítica; a medida que se generen más oportunidades para que los estudiantes se involucren en actividades de investigación, vamos a construir una mejor sociedad, dicen.
Miedo a lo nuevo
"Regresé a México para tratar de ampliar el campo de química inorgánica, en especial de catálisis, también por el estilo de vida. Estoy contento, pero entre México y Estados Unidos hay grandes diferencias en disponibilidad de fondos para proyectos y en la apertura hacia temas nuevos", sostiene Iván Castillo, capitalino de 30 años, doctorado en química por el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Experto en química inorgánica y con una plaza académica en el Instituto de Química de la UNAM -"por la que me siento afortunado", dice-, Iván asegura que en México el Gobierno y la iniciativa privada pretenden innovar, "pero no hay apertura para apoyar con fondos temas nuevos".
Demanda para el País una inversión económica completa, que abarque a los jóvenes, pues mientras se apoya a investigadores consolidados, muchos jóvenes se quedan en el camino.
"En la Facultad y el Instituto de Química, los investigadores tienen más de 50 años en promedio, hay muchos cerca de los 60", señala quien a sus 30 está en la media de edad de candidatos a ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
A la falta de apoyo gubernamental y empresarial para impulsar nuevos temas de investigación, Iván suma la...
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